La Encuesta Nacional de Salud 2024, efectuada por el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, junto a Ipsos, reveló un aumento en el nivel de insatisfacción de los usuarios respecto al sistema de salud chileno.
El estudio, que se realiza desde 2010 y evalúa la percepción ciudadana sobre la calidad del sistema y las políticas sociales relacionadas, sostiene que el índice de desaprobación es incidido principalmente por factores como el acceso y la oportunidad en la atención médica.
Según el informe, el 74% de los encuestados calificó como “muy demoroso” el acceso a cirugías, mientras que un 71% opina lo mismo sobre las hospitalizaciones. Esto queda demostrado con el último balance de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, que reporta 334.969 operaciones pendientes, con un promedio de espera de 301 días.
Otro aspecto que genera preocupación es la percepción de los costos asociados a la salud. Un 82% de los consultados considera que los planes de salud no ofrecen una protección financiera adecuada, mientras que un 62% afirma que su gasto personal en salud aumentó durante el último año. Además, un 70% cree que estos costos seguirán incrementándose.
En esa línea, un informe realizado por la Superintendencia de Salud dio a conocer las diferencias en gastos médicos por género. Según el documento, las mujeres gastaron en promedio anual $1.687.341 en salud, un 23,3% más que los hombres, cuyo gasto promedio fue de $1.368.244.
A pesar de los desalentadores resultados, la evaluación general del sistema alcanzó un promedio de 4,5 en una escala de 1 a 7, la cifra más alta registrada desde el inicio de esta medición en 2010.
Desafíos pendientes
La encuesta concluyó que los mayores retos del sistema de salud chileno son mejorar el acceso a prestaciones médicas y controlar los crecientes costos asociados a las atenciones.