Un 58% de los beneficiarios de Fonasa se ha sentido deprimido en el último año frente a un 44% en el caso de los usuarios de Isapres, según la Encuesta Brújula Salud del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPSUSS).
De acuerdo a los datos, quienes cuentan con un menor nivel de escolaridad se sienten más deprimidos (60% de los encuestados) versus aquellos que cuentan con más años de estudios (46%). No obstante, cuando a las personas se les pregunta cómo perciben su actual estado de salud mental, 9 de cada 10 señala que bien, independientemente de su previsión y nivel de escolaridad.
Otro punto de la encuesta fue que 3 de cada 10 encuestados indicron haber solicitado la ayuda de un profesional en la materia. Sin embargo, a quienes pertenecen al sistema Fonasa les resultó más difícil conseguir una atención médica.
Para el psiquiatra de la Facultad de Medicina de la U. San Sebastián, Juan Andrés Mosca, el estudio da varias luces respecto a cómo la población ve las enfermedades mentales, “casi 90% dice no tenerla. Esto tiene que ver con el estigma psiquiátrico que influye en la percepción de las personas que no quieren identificarse como enfermos. Esto se visualiza como un estigma negativo, que desvaloriza a la personas”.
De hecho, el experto añade que “ese 90% no concuerda con el 60% que responde que si dice tener depresión. Y esto se da porque la depresión esta fuera de ese estigma, culturalmente es más aceptada. CH H