Cada 6 de agosto se celebra el Día Nacional de la Miel, fecha instaurada desde 2009, que busca difundir las bondades del consumo de este producto y los derivados de la colmena, los que contribuyen a una buena alimentación y también benefician la salud.
En nuestro país, el consumo de miel ha ido en aumento durante los últimos años; sin embargo, gran parte de la miel chilena es exportada y su importación está fuertemente restringida por temas sanitarios, lo que ha originado que también haya aumentado su adulteración o falsificación, principalmente en los canales de comercialización locales, ya sean ferias libres, mercados mayoristas o supermercados. Estas falsificaciones van desde mezclas de azúcar y colorante en envases sin rótulo, hasta el expendio de dichas mezclas etiquetados bajo denominación de producto de confitería fraccionadas en envases plásticos genéricos de miel.
En el marco de la celebración del este Día Nacional de la Miel, el Ministro de Agricultura, Antonio Walker destacó el trabajo conjunto que está realizando el Minagri y el Minsal para lograr la acreditación de la autenticidad de este producto: “Que se haya incorporado la definición de miel del Códex Alimentarius por parte del Reglamento Sanitario de los Alimentos y al estar en fase de plena implementación, el cumplimiento de dicho ajuste mejorará significativamente la fiscalización de miel y productos apícolas en el mercado local, al robustecer la legislación vigente con un concepto moderno y de consenso internacional”, señaló el titular del agro.
Considerando la importancia de comprar una miel de calidad y que no esté adulterada, Teresa Sarmiento, representante de la agrupación Apicultores de Colina, recomienda fijarse en dos aspectos, principalmente, al momento de comprar: color y consistencia. “El contenido no debe estar separado, es decir, el color de la miel se debe ver uniforme, a través del envase, y la miel debe estar cristalizada, mientras mayor sea el tiempo de cosecha, sobretodo, en invierno”, explica Teresa.
Sin embargo, si es posible: “compre siempre directamente al productor, porque mieles adulteradas hay en todas partes”, recomienda esta apicultura.
Apicultores de Colina
Esta agrupación, creada en 2018, está conformada por 28 pequeños y medianos apicultores de Colina, quienes confiaron en que la asociatividad era una forma de mejorar su producción y comercialización.
Tras dos años de funcionamiento y, a través de la postulación a concursos públicos y privados, han obtenido, entre otras cosas, el financiamiento para comprar abejas reinas y para realizar exámenes de laboratorio de su producción, los que les han permitido certificar sus mieles como “miel de quillay” o “miel de litre”, principalmente.
En promedio, la producción de esta agrupación es de 2 mil kilos de miel por apicultor. CHH