«Tratos crueles e inhumanos», “peor que a un perro”, fueron las denuncias hechas por la defensa de Hernán Calderón y su mamá, Raquel Argandoña, durante esta tarde, al salir de la clínica psiquiátrica El Cedro.
Mario Vargas, abogado de Calderón, aseguró que a su cliente, imputado por parricidio frustrado y otras causales, lo han «mantenido engrillado de pies y manos, día y noche, debiendo comer, ducharse y no se lo deja caminar ni salir de la pieza, incomunicado y no dejándolo tener tratamiento médico».
Por su parte, Raquel Argandoña, denunció que su hijo era tratado “peor que a un perro” por parte de los funcionarios de Gendarmería que lo custodian en la clínica psiquiátrica El Cedro.
Según su abogado, Mario Vargas, «estos actos son completamente inhumanos y crueles, los que han perjudicado el tratamiento que debía seguir nuestro representado. El tratamiento no se ajusta a derecho y vulnera sus garantías constitucionales. Por ello, hemos recurrido al tribunal para que se establezca el imperio del derecho».
Para tratar de revertir esta situación, la defensa envió una carta a Gendarmería de Chile y el Departamento de Seguridad Penitenciaria.
Actualmente, Hernán Calderón Argandoña cumple la medida cautelar de prisión preventiva en la clínica El Cedro, por el parricidio frustrado de su padre, el abogado Hernán Calderón Salinas. CHH