Al menos 57 reos murieron en un motín que tuvo lugar en el Centro de Recuperación Regional de la ciudad Altamira, cárcel en el Estado de Pará, al norte de Brasil.
Según indicó la superintendencia del sistema penitenciario estatal, el origen de los enfrentamientos fue una pelea entre dos organizaciones criminales de reclusos, cuando una de estas ingresó al ala que pertenecía al otro clan.
Al iniciar los incidentes, las autoridades del recinto procedieron a clausurar las instalaciones y los presos prendieron fuego a colchones.
Dieciséis de los fallecidos fueron decapitados y otros 41 murieron asfixiados por el humo.
En tanto, diez de los 16 líderes identificados entre los dos grupos enfrentados serán transferidos a cárceles federales y otros 46 a diferentes prisiones del estado. CHH