24 alumnas del colegio Everest visitaron el Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino, centro dependiente del Servicio Nacional de Menores (Sename), en la misma jornada en que una educadora realizó una contención a la menor Lissette Villa.
El hecho ocurrió el 11 de abril de 2016, justo antes de su muerte, cuando dos cuidadoras, al margen de todo protocolo, la inmovilizaron, sujetaron de las extremidades, se subieron a sus espaladas y la llevaron arrastrando a su pieza. La causa de muerte de la menor de 11 años fue “asfixia por sofocación producto de compresión mecánica externa”, según el Informe del Servicio Médico Legal que en diciembre publicó La Tercera.
Según publicó este viernes el mismo medio, 23 de las menores del colegio Everest ya declararon en calidad de testigo ante dos comisarios de la PDI. Según indicó el informe policial, fueron “cinco alumnas del Everest las que se dirigieron ese día a la sala de la casa número 2.2 de la residencia”. Estas visitas las realizaban mensualmente por la asignatura de Participación social.
“Al llegar al hogar Galvarino, nos organizamos y fui junto a dos compañeras hasta la sala de las niñas más grandes. En esta sala nos pusimos a pintar (…) Cuando nos retirábamos, salí de la sala y vi a Lissette en el suelo. En el pasillo, fuera de la sala, ella estaba muy inquieta llorando, gritando boca arriba, pegando patadas al suelo”, recordó una de las testigos.
“La estaban intentando sujetar dos adultos, una era una mujer que le sujetaba los brazos, estando como agachada por el lado de Lissette, y había otro adulto que no sé si era hombre o mujer, que le sujetaba las piernas. Lo vimos y nos fuimos rápido, porque nos teníamos que ir, por lo que vi esto máximo dos minutos”, declaró.
Otra de las alumnas indicó que “lo que sé es que, al parecer, Lissette estaba castigada, por lo que salió de la sala y en eso escuché gritos (…), no recuerdo si en la sala o en el pasillo, unas tías la tenían en el suelo, ella estaba boca arriba, había dos educadoras sujetándole los brazos y las piernas, una a cada lado, como evitando que pegara patadas”, junto con esto, agregó que “luego la tomaron de los brazos y la llevaron al dormitorio, caminando”.
Una tercera declaración recoge que “una educadora, al ver que una niña se portaba mal, la agarró y la colocó en el suelo. Se puso encima de ella como sentada o arrodillada en el suelo, sujetándole las manos y la retaba para que se portara bien”.
“Esto duró un par de minutos y después la tía parece que con alguien más se la llevó a la pieza. Ocurrió en el pasillo, justo afuera de la sala. No recuerdo bien cómo se llamaba la educadora, parece que era la que estaba a cargo de esta sala”, sostuvo.
Otra de las adolescentes manifestó que “vimos a Lissette enojada y alterada. Estaba parada, pero como que se tiraba al suelo. Nos llamó la atención esto, por lo que nos quedamos mirando. La educadora que estaba a cargo de la sala de estas niñas tomaba de las manos a Lissette mientras ella le pegaba patadas a los lockers y a todos a su alrededor. También había un hombre que intentaba tomarla de los pies para calmarla”.
“Estoy segura de que el mismo día que ocurrió esto fue el mismo día que falleció, porque recuerdo que al día siguiente vino la miss Fran hasta nuestra sala del colegio y nos dijo que había fallecido”, puntualizó. CH H