Foto: Observatorio ALMA
El día de hoy el observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), ubicado en el norte del país, informó que un equipo internacional de astrónomos descubrió una molécula poco común en las nubes de Venus, la cual podría apuntar a la existencia de microbios suspendidos en la zona aérea del planeta.
Se trata de la fosfina, un gas que sólo se fabrica de forma industrial -fue utilizado como arma química en la Primera Guerra Mundial- o por microbios que prosperan en ambientes libres de oxígeno. El estudio asegura que la cantidad de fosfina encontrada en Venus es 10.000 veces más alta que la que podría producirse de manera industrial.
El estudio fue publicado en la revista Nature Astronomy y liderado por Jane Greaves, quien en un principio identificó el hallazgo a través de un observatorio en Hawai, sin embargo, pudo confirmar el descubrimiento tras recurrir al telescopio de ALMA, ya que posee una mayor sensibilidad.
Los astrónomos han especulado durante décadas con la posible existencia de microbios en las nubes altas de Venus, que están compuestas de ácido en un 90%. Los expertos que participaron del hallazgo detallaron que este fue “un regalo inesperado”.
Otra investigadora que participó en el estudio, Clara Sousa Silva, aseguró que “el descubrimiento plantea muchas preguntas, por ejemplo, cómo podrían sobrevivir algunos organismos. En la Tierra, algunos microbios pueden hacer frente hasta a un 5% de ácido en su entorno, pero las nubes de Venus están hechas de ácido casi en su totalidad”.
Asimismo, Leonardo Testi, Director de Operaciones Europeas de ALMA declaró: “Confirmar la existencia de vida en la atmósfera de Venus sería un gran avance para la astrobiología; por lo tanto, es esencial dar continuidad a este emocionante resultado con estudios teóricos y observacionales». CHH