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Autora de Cuicoterapia: «a los cuicos se les ridiculiza porque tienen el poder, eso es admirable y odiable a la vez»

Josefina Reutter cuenta su experiencia con el libro y también hace un análisis del cuiquerío en Chicureo.

Por Lorena Olivares, periodista Chicureo Hoy.

Fue en diciembre de 2014 cuando el libro Cuicoterapia llegó a las librerías del país y se convirtió en tema de conversación en los medios nacionales. Su autora, Josefina Reutter poco y nada tiene de relación con el mundo literario y su incursión en este libro empezó como una humorada en un blog, que con el tiempo terminó convirtiéndose en un referente para muchos.

Josefina nos recibe en su oficina en Ciudad Empresarial, en donde se desempeña desde hace diez años en el área de control de gestión, su apariencia resulta intimidante de primera impresión pero basta conversar un poco con ella para ver que detrás su gran estatura, hay una mujer amable y algo tímida pero que no tiene problemas en bromear con una clase social que hasta hace poco parecía intocable.

Cuenta que siempre le ha gustado escribir, cada vez que se iba de viaje enviaba correos a su familia contando sus experiencias, “eran mamotretos y mis primas me decían que la gozaban porque era como un libro. Siempre me salió escribir así, no se me ocurría otra forma” relata y es que constantemente escribe todo lo que pasa a su alrededor y confiesa, entre risas, que hasta en un funeral tomó su celular y empezó a plasmar todo en el bloc de notas.

Fue así cómo nació su blog en el que analizaba a los cuicos, una tarea no difícil ya que como ella misma dice, ha conocido distintos espectros de este submundo de sociedad chilena: “Es parte de mi historia de vida, pasé por distintas fases, diferentes colegios y en la universidad conocí gente del Opus Dei. He conocido distintas realidades dentro del mismo círculo, eso de que todos son cuicos no es cierto, en realidad existen subperfiles”. Reconoce que nunca tuvo la pretensión de que su blog fuese conocido, para ella era suficiente que sus conocidos lo leyeran y compartieran pero fue cosa de tiempo para que Cuicoterapia se convirtiera en un referente de la web, fue tal el éxito que desde la misma editorial Planeta la contactaron para escribir el libro, “probablemente si no lo hubiesen hecho no hubiese escrito el libro, no sabía cómo hacerlo. Fueron muy amorosos”, confiesa sobriamente. Y al igual que el blog Cuicoterapia, el libro rápidamente fue un éxito y hoy ya se encuentra en su quinta edición desde el lanzamiento. En sus páginas, Josefina describe a cada grupo de cuicos, los cuales son clasificados de acuerdo a su comportamiento, origen familiar, vocabulario, entre otras cosas.

Si bien el libro se aplica al cuiquerío chileno, Josefina hace un análisis a su manera, aparte de lo que ocurre en Chicureo, lugar con el que tiene cercanía, como amistades e incluso cuando se casó junto a su marido consideraron la posibilidad de venirse a vivir a este sector. “En un momento se transformó en la primera opción para matrimonios jóvenes, que sus padres vivían en La Dehesa pero para ellos resultaba caro vivir formar familia en el mismo lugar. La primera camada de Chicureo es más bien cuica”, describe. Pero con el paso del tiempo, la zona se convirtió en una aspiración de muchos para vivir y así junto al crecimiento inmobiliario, aparecieron los precios algo más “accesibles” para quienes buscaban una vida fuera de la ciudad, “ahí empezó lo aspiracional: los mismos que empezaron en Huechuraba vieron que esto se chacreó y arrancaron para Chicureo. Quienes viven ahí están consolidados, se encontraron con sus pares y con gustos parecidos”, pero agrega que existe un sector que sigue siendo el más exclusivo de la zona, Las Brisas de Chicureo, “es más pituquito y cerrado”, afirma.

Josefina aclara que no es una experta en la materia del cuiquerío chileno y es que desde el lanzamiento del libro, cada vez fue más común que muchos se le acercaran a preguntarle en qué grupo se encontraban, “en el fondo quien está en el entorno tiene ese deseo oculto de identificarse y al encontrarse dicen “ufff me salvé”. Algunos que son cero cuicos me dicen que se sienten identificados; hay una necesidad de pertenencia”, indica.

Su intención con el libro ha sido la de un análisis más bien “divertido” y por eso su éxito ha sido tal, pero sabe que en general el cuico es un tipo de persona fácil de caricaturizar, “se les ridiculiza porque tienen el poder económico y político, eso es admirable y odiable a la vez, lo que genera resentimiento y es algo histórico. Ridiculizarlos es una forma de sacarte la rabia en general”, analiza. Para ella el tipo de cuico más odiado, es aquel que cumple con las características de patrón de fundo y que habla con la “papa en la boca”.

Por ahora Josefina afirma no tener planes de un segundo libro, desde el lanzamiento del primero tampoco volvió a publicar en su blog. En cierta medida dice sentir que se le acabó en material pero también reconoce que existe algo de temor ante las expectativas que pudiera generar, aunque constantemente está escribiendo en su celular o computador y expresa, “pero prefiero esperar dejar pasar más tiempo. De hecho con mi primera liquidación del libro me compré un iPad, para sentarme en un Starbucks y no lo ocupé nunca, estaba emocionada, me creía la muerte pero nunca más escribí nada. Tengo que desbloquearme”. CH H.

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