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Con drones, buques, helicópteros y cuadrillas de rescate, Rusia trató ayer de encontrar a las víctimas de la caída de un avión que iba rumbo a Siria, y que se estrelló en el Mar Negro con 92 personas a bordo.
Las autoridades investigan las causas del siniestros, y declararon que manejan todo tipo de hipótesis, incluso la posibilidad de que se haya tratado de un atentado.
El avión ruso, que despegó desde la ciudad de Sochi, viajaba a una base militar en Siria, donde estaban miembros de un famoso coro militar “Coro del Ejército Rojo”, para ofrecer un concierto en la base aérea de Hemimim con motivo de las fiestas de Navidad.
Por su parte, los equipos de rescate recuperaron varios cuerpos, mientras que barcos, helicópteros y drones buscan más en la zona. El Ministerio de Defensa ruso informó que no hay señales de que hubiera sobrevivientes.
El presidente ruso Vladimir Putin declaró hoy día de duelo nacional en honor a las víctimas. Un total de 84 pasajeros y ocho tripulantes viajaban en la aeronave, la cual desapareció de los radares poco después de despegar por la mañana con buen tiempo.
Bajo este contexto, más de 3.500 militares, 39 embarcaciones, 32 aparatos aéreos y siete batiscafos participan hoy en la operación desplegada por Rusia para rescatar los cuerpos fallecidos a bordo del avión militar Tu-154.
Los operarios del rescate, entre ellos 135 buzos, han recuperado hasta ahora once cadáveres y 154 fragmentos del avión. Según información las agencias rusas, los cuerpos rescatados llegaron esta mañana a Moscú a bordo de un avión de transporte militar. CH H.