Este jueves 25 de agosto, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció que ha sido víctima de fuertes presiones para no publicar su reporte respecto a la situación de la minoría musulmana de uigures en China.
Pese a esta presión de parte de diferentes países, la expresidenta de Chile informó que publicará de todas formas este documento que se centra en la represión hacia la minoría de la provincia noroccidental de Xinjiang.
La dependiente de la Organización de las Naciones Unidas afirmó que recibió una carta firmada por cerca de 40 países donde se le pedía no divulgar este informe que su oficina prepara hace un par de años.
Este informe se retrasó cuando el Gobierno chino aceptó que la alta comisionada visitara el país el pasado mayo, viaje que era prioritario, ya que se trataba de una oportunidad única para ver lo que ocurría en el país y tener un contacto directo con familiares de uigures.
Bachelet también aseguró que ha mantenido “una enorme cantidad de reuniones” con representantes de países que le pedían publicar lo antes posible el referido informe, lo cual espera hacer antes de dejar su cargo este 31 de agosto.
“Los asuntos (que contiene el informe) son graves y son analizados a fondo”, adelantó la expresidenta, asegurando que intentará sacarlo a la luz antes de despedirse de su cargo. “Las presiones no definirán como serán las cosas”, puntualizó. CHH