Tras su último informe de perspectivas económicas de junio, el Banco Mundial desde Washington, dio cuenta del “impacto súbito y generalizado de la pandemia del coronavirus y las medidas de suspensión de las actividades que se adoptaron para contenerla”, lo que ocasionó una drástica contracción de la economía mundial, que, según las previsiones de la entidad, se reducirá un 5,2 por ciento este año.
Esta sería la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentarían una disminución del producto percápita, señala el documento.
Los efectos están siendo particularmente profundos en los países más afectados por la pandemia y en aquellos que dependen en gran medida del comercio internacional, el turismo, las exportaciones de productos básicos y el financiamiento externo, relata la entidad bancaria. Asimismo, la suspensión de las clases y las dificultades de acceso a los servicios primarios de atención de salud “probablemente tengan repercusiones a largo plazo sobre el desarrollo del capital humano”, dice el informe.
“Las perspectivas dan mucho que pensar, ya que es probable que la crisis deje cicatrices difíciles de borrar y que plantee complejos desafíos mundiales”, señaló Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Grupo Banco Mundial.
El Banco Mundial, a partir de la toma de medidas que prevé en las distintas economías; proyecta que “las repercusiones negativas a nivel mundial perderán intensidad durante la segunda mitad del año y las perturbaciones a los mercados financieros no se prolongarán en el tiempo”. Así, estima que el crecimiento mundial repuntaría un 4,2 por ciento en 2021. Un 3,9 por ciento para las economías avanzadas y un 4,6 por ciento para los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
Sin embargo, las perspectivas son sumamente inciertas, y predominan los riesgos de que la situación empeore, por ejemplo, la posibilidad de que la pandemia se prolongue por más tiempo, de que ocurran agitaciones financieras o de que se produzca un repliegue del comercio internacional y las relaciones de suministro, explica el comunicado.
Para América Latina y el Caribe, el Banco Mundial expone que las perturbaciones originadas por la pandemia harán que la actividad económica se desplome un 7,2 por ciento en 2020. Agrega que la abrupta desaceleración económica en Estados Unidos y China ha alterado las cadenas de suministro de México y Brasil y provocado una fuerte caída en las exportaciones de economías productoras de productos básicos, como Chile y Perú.
Para Chile se espera una contracción de 4,3 por ciento, con una leve recuperación en 2021. En la región, la peor caída sería la de Perú, con 12 por ciento, seguida por un 8 por ciento en Brasil, 7,2 por ciento en Argentina y 4,9 por ciento en Colombia. CHH