Durante la mañana de este lunes Bolivia presentó su replica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, instancia en la que pidieron que se obligue a Chile a negociar una salida soberana al mar.
La réplica comenzó con la exposición de Payam Akhavan, abogado iraní que insistió que “históricamente Chile estuvo dispuesto a negociar la salida propia de Bolivia al mar”, compromiso que se habría diluido con el pasar de los años.
Luego dio paso al español Antonio Remiro Brotons, quien criticó la manera en que Chile obtuvo el mar: “Ni Dios ni la Corona les entregó el litoral, lo hicieron a la fuerza, rompiendo el tratado de límites”, argumentó.
Junto con esto, apeló a las notas intercambiadas en 1950, donde era claro que se pretendía establecer una negociación directa para entregar soberanía, según señaló, afirmando que un “tratado” no necesariamente debe ser denominado de esa manera para tener efecto: “la declaración de Charaña tiene el valor jurídico de un tratado, el lenguaje diplomático no puede ocultar sus efectos”, sentenció.
Resoluciones internacionales
Amy Sander, replicó el argumento chileno que sostiene que las resoluciones de la Asamblea General de la OEA no crea obligación alguna de negociar. “La cuestión clave consiste en saber cuáles son las obligaciones de un Estado miembro de la OEA”, sostuvo, agregando que “una resolución no puede negarse, inclusive sea de un carácter recomendatorio”.
Bolivia siempre ha querido negociar
En el turno de Mathias Forteau, este abogado manifestó que desde 1895 Bolivia ha insistido en negociar, intención que ha sido respondida por Chile en ciertos períodos. “Chile pretende que Bolivia olvidó las obligaciones de negociar invocadas en el pasado”, afirmó.
En este sentido, señaló que el Acuerdo de Charaña no se terminó en la época y continúa vigente.
La abogada Dominique Chemillier-Gendreau también insistió en este punto, asegurando que las intenciones de negociar han hecho nacer “en el corazón de cada boliviano y cada boliviana, como llamamos en derecho, expectativas legítimas”.
Consecuencias económicas
En este ámbito, Baughan Lowe hizo referencia a los perjuicios económicos que ha tenido Bolivia al no tener soberanía en el sector, afirmando que “este daño económico no resuelto con Bolivia puede llevar a tensiones que alteren las relaciones y la paz”.
En este sentido, indicó que “el desarrollo económico de Bolivia depende de la importación y exportación de mercancías por el océano Pacífico”.
“El mar está en nuestras almas”
La coagente Sacha Llorenti, por su parte, utilizó argumentos emocionales en su réplica, señalando que “el mar está en nuestras almas. Bolivia tiene una identidad arrebatada, anclada al mar”.
En este punto, comentó que “la salida al mar de Bolivia está en manos de Chile, sería triste no escuchar la voz del vecino”.
“La salida al mar ha sido, es y será siempre para Bolivia una causa irrenunciable”, concluyó.
Respuesta del canciller chileno Roberto Ampuero
Tras esta última jornada de alegatos bolivianos en La Paz, el canciller Ampuero criticó los argumentos bolivianos, asegurando que “Bolivia no debe seguir buscando el futuro en su espejo retrovisor, seguir haciéndolo la dejará anclada en el siglo XIX y entregará argumentos a políticos demagogos que se apegan al poder”.
A la salida del Palacio de la paz, el ministro de Relaciones Exteriores manifestó que “invitamos a Bolivia a sumarse a la comunidad internacional que se identifica con el respeto al derecho internacional y los tratados vigentes, lo demás es una aventura y una irresponsabilidad”. CHH