Hasta cuatro espectáculos diarios era obligado a realizar un delfín recién nacido en el parque acuático Varna Dolphinarium de Bulgaria.
El público que presenció uno de los shows del recinto afirmó que el delfín de 9 días de vida murió en plena presentación. Los espectadores relataron que cuando el cetáceo dejó de moverse, sus compañeros delfines dejaron de actuar. Al mismo tiempo, personal del parque evacuó a las personas presentes.
El medio The Sun precisó que aún no se sabe con exactitud que provocó el fallecimiento del bebé delfín. Sin embargo, señaló que una de las posibles razones podría haber sido el exceso de obligaciones impuestas a un pequeño cetáceo nacido en cautiverio.
Los administradores del parque acuático se defienden. Afirman que nunca han trabajado realizando espectáculos con delfines de 9 días de nacidos y que el animal no murió debido a las funciones que realizaba.
Activistas en contra de los parques acuáticos
Como víctimas de situaciones «crueles y humillantes», los activistas definen el trato que reciben los delfines en los parques acuáticos del mundo. Miembros de PETA, fundación dedicada a la defensa animal, han realizado protestas en las instalaciones de estos centros intentado exponer cómo los delfines con que los turistas se sacan fotos, son explotados y maltratados.
Activistas que trabajaron alguna vez entrenando delfines para espectáculos, afirman que se unieron a la causa luego de presenciar el suicidio de cetáceos en cautiverio.
Ric O’Barry, quien fue entrenador de «Flipper» en los 70′, comentó que decidió ser activista cuando «Kathy», un delfín que él entrenaba, durante un día de entrenamiento saltó a sus brazos, lo miró a los ojos y voluntariamente dejó de respirar. Barry explicó que luego de ver cómo Kathy y los demás delfines en cautiverio decidían morir, se sumó a la causa. CHH