La Casa Blanca consideró que es «prematuro» hablar de legislación para un mayor control de armas tras el tiroteo ocurrido anoche en Las Vegas, y opinó que ese debate puede tenerse más adelante, aunque el presidente de EE.UU., Donald Trump, es «un férreo defensor» del derecho a portar armas.
Sarah Sanders, la portavoz de la Casa Blanca, argumentó en una conferencia de prensa que hoy debe dedicarse al «luto» por las víctimas del mayor tiroteo de la historia de Estados Unidos, que dejó al menos 58 muertos y 515 heridos, y a «consolar a los supervivientes».
Además agregó que «habrá un lugar y un momento para un debate político, pero ahora es el momento de unirnos como país».
«Hay una investigación abierta y todavía está por determinar el motivo (del atacante). Sería prematuro para nosotros hablar sobre políticas cuando no tenemos todos los hechos de lo que ocurrió anoche», finalizó.
Numerosos legisladores demócratas pidieron hoy a los republicanos que dejen de bloquear las leyes para el control de armas después del tiroteo de Las Vegas, que se cometió con un arma de fuego muy potente y cuyo atacante tenía al menos nueve rifles más con él.
Trump, que desde la campaña electoral de 2016 se ha alineado con la postura de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), contraria a un mayor control de armas, no hizo hoy ninguna referencia a ese tema durante el discurso sobre el tiroteo que dio desde la Casa Blanca.