Durante la mañana de este viernes, la madre de Tomás Bravo, Estefanía Gutiérrez, llegó hasta el Servicio Médico Legal (SML) de Concepción, para recibir el cuerpo del menor de 3 años -quien fue encontrado sin vida el pasado 26 de febrero, en una zona rural de la comuna de Lebu-, cuyo funeral se realizará mañana, en compañía de familiares cercanos y custodiado por policías.
Esto, luego de que su rastro se perdiera por casi 10 días, tiempo en que se llevó a cabo un exhaustivo operativo, en donde participaron diversos equipos profesionales de rescate e incluso un avión de la Fuerza Aérea de Chile.
Posteriormente, el cuerpo ingresó al SML, en donde permaneció casi 2 meses. Cabe destacar que, el 15 de abril, se filtró la autopsia de Tomás desde la institución, la que indicaría que el pequeño habría fallecido de manera accidental, a raíz de hipotermia y deshidratación, y que, además, habría permanecido vivo y extraviado por cuatro días.
Ante esto, Gutiérrez destacó que no confía en dicha hipótesis y que considera que el actuar de las autoridades a cargo fue negligente. «Mi hijo está en ese lugar, lo tuvieron ahí y nosotros, con mucho dolor, esperando una respuesta. No creemos nada y vamos a llegar hasta el final, vamos a llegar a la verdad», sentenció la mujer.
Asimismo, la fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, puso en duda la veracidad del informe -afirmando que le parece una conclusión «precipitada»- y detalló que el Ministerio Público todavía no descarta que haya habido participación de terceros en la muerte del niño.
Pese a esto, durante esta jornada, el director del SML, Gabriel Zamora, aseguró que la autopsia es real, ya que está hecha «está bajo evidencia científica comprobada». CHH