Controversia ha generado la determinación del Servicio de Impuestos Internos (SII), que en enero pasado anunció que a partir del 1 de mayo todos los comercios deberán entregar de manera obligatoria boletas o comprobantes de compra de manera impresa.
Si bien el organismo explicó que el objetivo de la medida es “velar por el cumplimiento tributario en materia del IVA y potenciar el combate contra la evasión”, en los últimos días ha surgido preocupación por parte de los comercios, ya que una gran cantidad de máquinas de pago (POS, sigla en inglés de Point of sale) no tienen capacidad de impresión.
En específico, se trata de las máquinas Mobile POS (mPOS), que solo realizan los cobros electrónicamente, pero no cuentan con sistema de impresión de voucher.
La principal razón por la que muchos comercios prefieren las máquinas mPOS en lugar de las tradicionales POS es económica, ya que tienen un menor valor y no requieren gastos adicionales, como rollos de papel para impresión.
Según detalló la plataforma Chócale, con la entrada en vigor de la nueva normativa, cerca de 600 mil máquinas quedarían obsoletas, ya que no cumplirían con lo decretado por el SII al no poder entregar comprobantes de pago.
“(La medida) podría representar un desafío para la innovación y la digitalización de la industria de medios de pago, obstaculizando la integración de tecnología en los procesos de las pymes y dañando su productividad”, señaló al citado medio el gerente comercial de SumUp Chile, Sebastián Avilés.
Por esta razón, Transbank presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago contra el SII, argumentando que la entidad “excedió sus facultades al imponer una obligación que no está contemplada en la ley”.