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Chileno condenado por homicidio en Malasia: «No sé cómo hice para no volverme loco»

Nicolás Osiadacz comentó por primera vez su experiencia en la cárcel tras ser condenado por un homicidio

Por primera vez Felipe Osiadacz dio una entrevista. Uno de los chilenos condenados en Malasia por el crimen de homicidio comentó a T13 la «pesadilla» que vivió en dicho país. Mientras narraba su historia, Osiadacz afirmó que en Malasia «es común que las personas del comercio sexual intimiden a los extranjeros».

Asimismo, dijo que la mujer trans que murió, considerada una lady boy, fue violenta con él y su amigo, Fernando Candia, mientras ellos se encontraban en el frontis del hotel donde se hospedaban. «Cuando las puertas (del ascensor) se estaban cerrando, vino esta persona y bloqueó las puertas para que no pudiésemos subir (a la habitación). Ahí se puso más agresiva. Nos tiró un objeto contundente, trató de tirarnos un florero, lo paramos y lo tratamos de sostener en el piso. Me acuerdo que se movía y se movía. Yo le pedí a mi amigo que me ayudara a sostenerlo. Lo sostuvimos unos minutos hasta que llegó la policía», señaló.

De igual manera, indicó: «Nunca se me pasó por la mente que la persona podría llegar a estar muerta, si nunca quise hacer nada malo. Al final se terminó transformando en una tremenda pesadilla. Nunca obré pensando en hacerle daño a alguien. Voy a tener que vivir con eso el resto de mi vida».

Estadía en Malasia 

La policía nos dijo que no nos preocupáramos, porque a lo más íbamos a estar cuatro días bajo investigación y que después nos iban a dejar libres, porque todo había sido un accidente. Pero en la cárcel los gendarmes en los calabazos nos decían: ‘Ustedes vienen a mi país a matar gente, entonces se van a ir a la horca’. Y nos hacían gestos de la horca», aseguró Felipe.

Sobre su tiempo en la cárcel comentó: «No sé cómo hice para no volverme loco (…) Los primeros días fueron aterradores: una experiencia que no se la doy a nadie». Osadiacz reconoció que las malas condiciones en las que se encontraba provocó que «muchas veces defecara sangre».

«Le rogaba al universo que me llevara durante el sueño; quería dejar de vivir ese sufrimiento que estaba viviendo. Era tan intenso, tan fuerte, tan terrorífico y tan lamentable», precisó. CHH