Por primera vez Felipe Osiadacz dio una entrevista. Uno de los chilenos condenados en Malasia por el crimen de homicidio comentó a T13 la «pesadilla» que vivió en dicho país. Mientras narraba su historia, Osiadacz afirmó que en Malasia «es común que las personas del comercio sexual intimiden a los extranjeros».
Asimismo, dijo que la mujer trans que murió, considerada una lady boy, fue violenta con él y su amigo, Fernando Candia, mientras ellos se encontraban en el frontis del hotel donde se hospedaban. «Cuando las puertas (del ascensor) se estaban cerrando, vino esta persona y bloqueó las puertas para que no pudiésemos subir (a la habitación). Ahí se puso más agresiva. Nos tiró un objeto contundente, trató de tirarnos un florero, lo paramos y lo tratamos de sostener en el piso. Me acuerdo que se movía y se movía. Yo le pedí a mi amigo que me ayudara a sostenerlo. Lo sostuvimos unos minutos hasta que llegó la policía», señaló.
De igual manera, indicó: «Nunca se me pasó por la mente que la persona podría llegar a estar muerta, si nunca quise hacer nada malo. Al final se terminó transformando en una tremenda pesadilla. Nunca obré pensando en hacerle daño a alguien. Voy a tener que vivir con eso el resto de mi vida».
Estadía en Malasia
La policía nos dijo que no nos preocupáramos, porque a lo más íbamos a estar cuatro días bajo investigación y que después nos iban a dejar libres, porque todo había sido un accidente. Pero en la cárcel los gendarmes en los calabazos nos decían: ‘Ustedes vienen a mi país a matar gente, entonces se van a ir a la horca’. Y nos hacían gestos de la horca», aseguró Felipe.
Sobre su tiempo en la cárcel comentó: «No sé cómo hice para no volverme loco (…) Los primeros días fueron aterradores: una experiencia que no se la doy a nadie». Osadiacz reconoció que las malas condiciones en las que se encontraba provocó que «muchas veces defecara sangre».
«Le rogaba al universo que me llevara durante el sueño; quería dejar de vivir ese sufrimiento que estaba viviendo. Era tan intenso, tan fuerte, tan terrorífico y tan lamentable», precisó. CHH