Desde Washington, anunciaron que incrementarán en un 10% los aranceles sobre exportaciones chinas, valoradas en 300.000 millones de dólares. La medida comenzará a regir el próximo 1 de septiembre, debido a la falta de progresos en las negociaciones comerciales, según afirmó el presidente estadounidense, Donald Trump.
Desde el Ministerio de Comercio chino publicaron en sus página web que la decisión es “una grave violación de la reunión entre los jefes de Estado de China y EEUU”.
Las repercusiones de las tensiones de esta guerra comercial entre ambos países, tuvieron relación con que el yuan chino rompiera el lunes la barrera psicológica de las siete unidades por cada dólar.
Esto significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, lo que ayudaría a controlar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad. Eso sí, el precio a pagar será un aumento del coste de las importaciones. Además, las empresas chinas relacionadas han suspendido la compra de productos agrícolas estadounidenses.
Debido a estas cifras, desde el Departamento del Tesoro de EEUU tildaron a China como “país manipulador de divisas” y amenazaron con tomar cartas en el asunto para acabar con sus injustas ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional.
Desde el Banco Popular de China advierten que el hecho debilita el consenso multilateral global y que el impacto negativo sobre la estabilidad del sistema monetario internacional es grave. CHH