Foto: La Cuarta
La doctora Cordero como es popularmente conocida la psiquiatra, se desempeñaba como panelista de Primer Plano desde el segundo semestre del año pasado, sin embargo su vínculo con Chilevisión, se terminó luego que desde la dirección del canal decidieran desvincularla por unos cuestionables dichos en un programa de radio.
María Paz Epelman, directora de gestión corporativa y editorial de la señal televisiva firmó el comunicado que dice:
“Para Chilevisión, la problemática social de la violencia de género y las manifestaciones de odio y discriminación en general, han sido una alta preocupación a lo largo de su trayectoria».
“Nuestro canal ha tenido consistentemente un compromiso manifiesto con la denuncia de estos casos, junto con un tratamiento editorial orientado a generar en Chile el cambio cultural necesario para terminar con estas conductas».
“En tal sentido, para Chilevisión es igualmente importante el deber de informar sobre los casos, como la forma que los rostros, periodistas y panelistas del canal se manifiestan sobre los sucesos de violencia de género que denunciamos».
“Lamentamos que la Dra. María Luisa Cordero haya expresado, en medios de comunicación, opiniones que justifican y relativizan los actos de violencia contra mujeres en base a supuestas conductas y relaciones sadomasoquistas».
“Por este motivo nuestro canal ha decidido que, a partir de hoy, no puede seguir contando con la Dra. M. Luisa Cordero entre su elenco de panelistas”.
Estos son los cuestionables dichos de la Dra. Cordero:
“Arriesgando que me den como bombo en fiesta las feministas fanáticas, ella cuenta, entre la ‘horrendeses’ que cuenta, que hasta los amigos de él le pegaban a ella. ¿Y ella seguía metida ahí?
“Ella tiene un trastorno limítrofe de la personalidad y tiene un lado sadomasoquista esa muchacha. Le gustaba el combo. No sé si te conté a ti, pero lo voy a volver a contar: Yo he hecho un policlínico de pacientes maltratadas en el siquiátrico. Y como el 60 % me reconocía que, después que le daban la pateadura, el sexo era mejor. Mórbido.
“Es una relación torcida sadomasoquista. Ella se calienta cuando le pegan. Perdona que te lo diga así en crudo, pero me cuesta entender. No le quiero poner ningún adorno. Y él cuenta, en su defensa, que ella se autoagrede.
“Uno de los conserjes de allí, en el barrio Mapocho, decía ‘oye, no seas tan alharaca, no grites tanto’. Le gustaba el escándalo, hinchar la pelota. Y eso que contó que, amigos de él, le habían pegado. O sea, ¿eran swinger que se pegaban?
“No, si es muy mórbido. Y ella, típico, ‘tuve que dejar de estudiar’. Señora, mamá de la muchacha, deje de pagar. No sé si estará en un instituto o universidad. Señora, le están tomando el pelo. Y él falopero, drogadicto descontrolado. Y ella sadomasoquista y le gusta establecer relaciones tóxicas.
“Hay que mandar a tratamiento a los dos. Esa cuestión de ‘no se le acerque a 100 metros’, ¡por favor! ¿No les da vergüenza a los que inventaron esa cuestión? ¡¿Ah?! Por favor, es una tomadura de pelo”