Un grupo de investigadores chilenos, anunció el hallazgo del “anticuerpo de alpaca más fuerte del mundo” contra el COVID-19, con el que podría crearse un inhalador nasal que neutralice el virus SARS-CoV-2 en el cuerpo humano.
Desde que se conocieron los primeros casos de Covid-19 en nuestro país, grupos de investigadores de la Universidad Austral de Chile redirigieron sus esfuerzos a dar respuesta, desde diferentes ángulos, a los distintos problemas que acarrea esta pandemia. Una de estas iniciativas es impulsada por el equipo del Laboratorio de Biotecnología Médica de la Universidad Austral de Chile, liderado por el científico Alejandro Rojas, académico de la Facultad de Medicina y director Centro Interdisciplinario de Estudios del Sistema Nervioso (CISNe), y que busca desarrollar anticuerpos utilizando el sistema inmune de las alpacas para generar un posible tratamiento para el Covid-19.
El académico explica que “lo que nosotros intentamos hacer es una terapia contra el virus, no una vacuna. Queremos generar anticuerpos, a través de las alpacas. Inducir que ellas generen herramientas neutralizantes, es decir, anticuerpos, y posteriormente extraer sus genes y producirlos fuera”.
Según la información entregada por el especialista, las alpacas producen anticuerpos que son simples, posibles de extraer y reproducir fuera de ellas. “Nuestra estrategia es proveer de anticuerpos en forma directa a la persona que está enferma y producirle la inmunidad”.
Los camélidos en general, y las alpacas, son los únicos animales que producen anticuerpos de molécula simple. Es decir, son los únicos a los cuales se les puede retirar un gen y generar un anticuerpo.
“La proteína Spike es el blanco terapéutico hoy en día porque nuestro objetivo es bloquear al virus. Si uno puede bloquear una molécula con un anticuerpo, el virus no puede entrar al cuerpo y si no entra no se puede reproducir y la persona no desarrollará un brote tan violento como lo hemos visto. No existe hoy en día una vacuna para el coronavirus que se haya probado en humanos, entonces no hay cómo protegerse. Por eso la única forma es desarrollar un antiviral”, sostiene el académico en una nota que publicó la Vicerrectoría de la Universidad de Valdivia. CHH