Un grupo de investigadores mostró preocupación por la posibilidad de que la vacuna contra el Covid-19 tenga menos efecto en personas obesas.
Cabe mencionar que, desde que comenzó la pandemia, la comunidad científica ha reparado en la vulnerabilidad que tienen las personas en esta condición al coronarivus, lo que fue mostrado en un estudio realizado por la epidemióloga Lin Xu de la Universidad Sun Yat-Sen en Guangzhou, China, quien demostró que «el IMC (Índice de Masa Corporal) se asocia con la gravedad de la enfermedad», consignó al revista Nature.
Esto último tendría que ver con la dificultad en los cuidados al colocar tubos en las vías respiratorias, su capacidad pulmonar reducida o incluso problemas asociados a la diabetes.
En relación a su sistema inmune, investigadores han indicado que las personas obesas pueden tener niveles más altos de una variedad de proteínas que regulan la inmunidad, incluidas las citocinas, lo que complicaría, junto con el resto de las variables, el funcionamiento de la vacuna contra el Covid-19.
La doctora Donna Ryan, quien ha estudiado la obesidad en el Centro de Investigación Biomédica Pennington en Baton Rouge, Louisiana, Estados Unidos, señaló que «nos preocupamos por eso».
No obstante, indicó que no todo está perdido, y es que podrían existir formas de compensar las deficiencias de la vacuna.
En esa línea, afirmó que se puede «dar a las personas obesas dosis adicionales del fármaco», o suministrar «tal vez tres inyecciones en lugar de dos, tal vez una dosis mayor; no deberíamos simplemente levantar las manos y decir que no va a funcionar», aseveró la especialista. CHH