La tarde de este martes, la Seremi de Salud de la Región Metropolitana clausuró la Clínica Edelweiss -ubicada en Providencia- donde el lunes murió una mujer de 39 años que se había sometido a una cirugía plástica.
Según las primeras indagaciones, el fallecimiento ocurrió en medio de una operación de abdominoplastía e implantes mamarios, producto de un paro cardiorrespiratorio.
La clínica tiene tres pabellones para hacer cirugías estéticas, los que no podrán seguir operando, al menos hasta que se aclare el deceso.
La representante de la clínica, Tatiana Cantillana, sostuvo que “ni el médico, ni yo, ni el anestesista puede decir realmente lo que sucedió. No tenemos el certificado del Servicio Médico Legal, que es el único que nos va a decir qué sucedió”. Además, aseguró que estaban los elementos para reanimar a la víctima si ocurría algún incidente.
En tanto, Ángela Hormazábal, abogada de la familia de la víctima, acusó que la clínica no tenía «ningún tipo de elemento ni maquinaria especializada para hacer ningún tipo de reanimación. Tampoco llegó el SAMU ni tampoco la derivaron a ningún centro asistencial».
La familia de la afectada ejercerá acciones legales por presunta negligencia: supuestamente no le prestó asistencia a la mujer en el momento de la descompensación.
Por otra parte, la inspectora de la Policía de Investigaciones (PDI), Sagery Gómez, confirmó que el médico está en calidad de testigo en la indagatoria. «Se tomaron las declaraciones y faltan pericias referentes a la ficha clínica, la causa de muerte y una vez que tengamos esos resultados se va a poder determinar la responsabilidad de alguien». CHH
