Un equipo integrado por la Dirección del Trabajo, Seremi de Salud, Municipalidad de Providencia, la PDi y la Subsecretaría de Prevención del Delito fiscalizó el gimnasio Pacific en Providencia. En el lugar constataron que el recinto funcionaba con permiso irregular.
El gimnasio, pese a no registrar clientes al momento del control sanitario, sí mantenía en funciones a más de una decena de trabajadores. El permiso con el que justificaron sus labores respondía a una autorización para trabajos de inmobiliaria, incluso una patente municipal que correspondía a otra comuna.
El jefe nacional de Delitos Económicos y contra el Medio Ambiente, prefecto inspector Jaime Ansieta, indicó que «hay antecedentes suficientes para realizar la denuncia ante el Ministerio Público y dar inicio a una investigación».
La denuncia llegó a las autoridades a través del sitio web “denuncia seguro” destinado a la información que privados puedan proporcionar sobre labores que se estén ejerciendo por diversas empresas y que no correspondan a trabajos esenciales, que son los únicos posibles de desarrollar en este tiempo de pandemia.
En la fiscalización también participó la dirección del Trabajo, organismo que pudo constatar la permanencia de funcionarios que debieron volver a sus domicilios. La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, informó que al momento de la inspección habían 16 trabajadores al interior del gimnasio.
La subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, fue enfática, “en esto quiero ser sumamente clara: esto es una investigación, pero el responsable de sacar ese permiso de trabajo es la empresa y lo hemos dicho desde el día uno, por lo tanto, el que está vulnerando la norma y así además lo establece el Código Penal -en su artículo 315- es el empresario que está sacando un permiso por un giro que no es esencial y ese permiso se lo está entregando a los trabajadores».
El lugar quedó con prohibición de funcionamiento. CHH