Foto y video: Goran Mimica y Juan Carlos Arellano
Cuando se comenzó a trabajar en el terreno donde se emplazan las viviendas sociales “Jardines de Esmeralda” en Colina, se hallaron diferentes osamentas humanas con una antigüedad de más de mil años. Desde ese descubrimiento siguen apareciendo restos humanos y diferentes elementos correspondientes a la cultura Bato.
Hasta ahora, son 30 cuerpos los descubiertos en el sector, que se encontraban a 60 centímetros de profundidad, pertenecientes a esta cultura que data del año 300 al 1.000 D.C. y que se emplazaba principalmententre a los valles de los ríos Petorca y Maipo.
El arqueólogo de la empresa GMC Ambiental, Goran Mimica, detalló a Las Últimas Noticias que en el terreno de los “Jardines de Esmeralda”, “vivía un grupo familiar muy grande, muy amplio, y en poco tiempo se produjeron bastantes muertes, o el lugar tiene una reocupación importante. Es decir, que volvían ahí con mucha frecuencia”.
«Los cuerpos están en posición fetal y de lado. Por lo general no los enterraban con un ajuar, con una ofrenda, pero sí en los mismos lugares que habitaban. Por eso estamos encontrando mucha materialidad doméstica», precisó el experto sobre las peculiaridades de la cultura Bato.
Asimismo, recalcó que estas personas «tienen más de mil años enterrados ahí los pobrecitos. Entonces los huesos se van debilitando. Los tocas y se fragmentan». Sin embargo, estos no se quedarán ahí y serán trasladados para su análisis.
Una de las investigaciones que se realiza, es utilizando Carbono 14, lo que permitirá saber “la fecha exacta de la época en que vivieron. Se les puede hacer pruebas de isótopos, para ver de qué se alimentaban. Se les puede ver sus dientecitos, si tienen caries, cosas así. Si tienen una fractura, ¿fue cuando estaba vivo y el hueso se reparó por sí solo?”.
¿Cómo era la cultura Bato?
Según el Museo Precolombino, los Bato ocuparon las zonas costeras, el interior de los valles y los pisos cordilleranos de la zona central de Chile, con mayor énfasis entre los valles de los ríos Petorca y Maipo.
Fueron una sociedad de fuerte tradición cazadora recolectora, móvil y poco homogénea. Se organizaron en grupos familiares independientes entre sí y de gran movilidad espacial. Además, solían enterrar a los fallecidos a poca profundidad, con ofrendas escasas y bajo sus casas.
¿Cómo sigue la construcción de las viviendas sociales?
Si bien, los hallazgos de osamenta han sido de gran importancia para el mundo arqueológico, la situación complica la construcción de las viviendas sociales que se emplazan en el lugar, donde solo una de las tres etapas que contempla ha sido entregada.
Un proyecto que lleva más de 15 años a la espera de ser terminado y que se ha visto perjudicado por diversos hechos, como la quiebra de las empresas licitadoras junto con el hallazgo de piezas de gran valor histórico. De hecho, el Consejo Nacional de Monumentos debió pronunciarse al respecto.
Fue en 2021 cuando finalmente se logró la entrega de 252 viviendas en una de las etapas de este complejo habitacional, que contempla la creación de 1.352 hogares sociales bajo el nombre de Jardines de Esmeralda.
Ahora, con el avance de este trabajo arqueológico, se liberarán terrenos que permitirán seguir avanzando con la construcción de estas viviendas para que, finalmente, sean entregadas a las diferentes familias. CHH
