La tarde del 4 de septiembre, Manuel Pino Delgado (23) recibió una llamada ingrata. Estaba en su trabajo: él es ayudante de cocina en un restaurante de Chicureo. A las 17:30 horas sonó su celular. Era su padre. Al principio no le salían las palabras, su respiración se oía alterada al otro lado de la línea. De pronto, por fin, gritó: “¡La casa, hijo! ¡Se está quemando!”.
Manuel es el hijo menor (tiene un sólo hermano) y el único que vive con sus padres. La casa, de un piso, está ubicada en Villa Cordillera 3, en el pasaje Alfonso Vega, a pocos minutos del centro de Colina. Ni Manuel, ni su mamá Elizabeth Delgado (57), ni su papá Aldo Pino (55) estaban ahí cuando se habría producido un cortocircuito.
A eso de las 17:00 horas, Elizabeth había salido al centro de Colina para comprar remedios. En ese intertanto, una vecina se asomó a la ventana y vio que salía humo desde la casa de la familia Pino Delgado. Enseguida llamó a Elizabeth por teléfono. Cuando oyó el recado, Elizabeth dejó de sentir las piernas, luego se le nubló la mirada. Estaba en la fila de la farmacia. Las personas junto a ella tuvieron que sujetarla para que no se desmayara.
Pérdida total
Debido a la lentitud de la micro, Manuel tardó más de una hora en volver a Colina. Cuando llegó a la Villa Cordillera 3, vio a decenas de personas congregadas afuera de su casa. Vio, también, carros de Bomberos del Cuerpo Colina – Lampa. Los voluntarios ya tenían controlado el fuego. Pero a esas alturas poco importaba. Las llamas ya habían hecho su trabajo. Unos cuantos muros rostizados era todo lo que había dejado en pie el siniestro.
“Mi mamá estaba destrozada”, recuerda Manuel. “Después le dieron unos dolores y como que no podía caminar”.
El fuego había arrasado incluso con el techo de la casa. “Salvamos un armario con un poco de ropa”, agrega. “Creo que fue lo único, en realidad. Sólo un armario con ropa”.
Los bomberos aseguraron que el detonante del siniestro había sido un cortocircuito. Los cables, explicaron, estaban demasiado delgados. Se habían desgastado producto de los años.
La otra casa afectada
Por si fuera poco, las llamas se propagaron incluso al techo de la casa vecina. Ahí también viven tres personas: padre, madre e hija. El incendio, en este caso, consumió la mitad de la vivienda. La parte que afectó fue el dormitorio de la hija.
“Pero ahí tampoco resultó nadie lesionado”, aclara Manuel. “Afortunadamente, están bien. Alcanzaron a sacar a la niña”.
Amigos en las buenas, pero sobre todo en las malas
Manuel dice que él y su padre están “dándole la cara” a la tragedia, procurando de ese modo que su madre “no esté tan afligida”.
Ambos han tenido que hacerse fuertes por obligación, y en ese proceso las amistades han sido un pilar fundamental. “Amigos de toda la vida, e incluso compañeros de trabajo, me han apoyado un montón en todo esto”, revela Manuel. “Es gente muy valiosa”.
Asimismo, confiesa que suele recurrir al humor como una manera de combatir la pena. “Entre medio tiro sus bromas”, dice. “Y los amigos de mi papá también son buenos para eso. Todo el rato están intentando sacarnos una sonrisa”.
Manuel está profundamente agradecido de las amistades de su padre, ya que el cariño se ha traducido también en acciones: de forma voluntaria, han empezado a reunir materiales para reconstruir el hogar.
Bingo
El próximo 14 de septiembre se realizará un bingo a beneficio de la familia Pino Delgado. Será en la Piscina de San Luis ( Ex Ponderosa), en Avenida Nueva Colina 102, a las 19:00 horas.
El valor de la entrada es de $3.ooo, la que otorga derecho a 10 juegos. El evento promete “excelentes artistas, buen ambiente y rica comida”.
A través de esta entrevista a Chicureo Hoy, Manuel deja cordialmente invitados a todos los vecinos de Colina a participar. Quienes deseen comprar entradas o realizar una donación, deben comunicarse a través del WhatsApp: +56931340641; o el Instagram: @gekkouga_11.
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