Ya es un hecho: en Chile los padres de niños con enfermedades graves podrán acompañar a sus hijos durante su tratamiento. Esta iniciativa fue despachada ayer por la sala del Senado y promueve un “Seguro para el Acompañamiento de los Niños y Niñas” que tienen un estado de salud delicado.
La Ley Sanna, como se llama al proyecto, determina que las mamás o papás trabajadores, podrán exigir licencias médicas por un tiempo determinando, y recibir un subsidio total o parcial que remplace sus remuneraciones mensuales.
Sin embargo, este beneficio tiene límites y exigencias. Los padres solo podrán hacer uso del seguro en ciertas circunstancias. La ley determina que solo se considerará el “cáncer, el trasplante de órgano solido, el desahucio o estado terminal, y el accidente grave con riesgo de muerte o secuela funcional grave y permanente”, como las causas para requerir la ayuda del Estado. Asimismo, en casos de cáncer, trasplante y desahucio, los beneficiarios podrán ser niños desde 1 hasta 8 años. Y en el caso de accidentes graves, solo se incluirán menores hasta 15 años.
También, se delimitó que en casos de cáncer y trasplante, la licencia de cada papá será de hasta 90 días; cuando un menor esté desahuciado los padres tendrán 60 días y solo se les darán 45 días cuando sus hijos tengan un accidente grave.
La licencia médica será dada a los padres por el médico tratante de su hijo y en ella debe especificarse la enfermedad del menor. Si ambos papás trabajan podrán usar el beneficio en conjunto o de forma sucesiva: día completo o media jornada. Además, los padres que tengan esta ventaja no podrán ser despedidos de sus trabajos.
La ley entrará en vigencia de manera paulatina hasta el año 2020 y la primera patología en considerarse será el cáncer. CHH