La Contraloría General de la República (CGR) descartó irregularidades en el funeral del arzobispo emérito Bernardino Piñera -tío del Presidente, que murió en junio producto de una neumonía derivada de covid-19 -, el que fue objeto de variadas críticas.
El ente contralor señaló que respecto al distanciamiento social “que se cuestiona, tanto el Ministerio de Salud como la Presidencia de la República han señalado que, no obstante que tres de los concurrentes se acercaron al féretro, en todo momento se cumplió con la separación requerida, sin que se haya producido una aglomeración de personas, por lo que no existe reproche que formular“.
En relación con la apertura del ataúd, Contraloría indicó que “las autoridades informantes señalan que lo que fue objeto de manipulación por parte de los asistentes al funeral, es la compuerta bajo la cual se encuentra una placa de vidrio sellada, la que es hermética e impide el acceso al cadáver, de tal forma que la apertura de dicha compuerta no podría, bajo ninguna circunstancia, alterar la exigencia de hermetismo establecida por la normativa sanitaria’”.
“Asistieron 20 personas que formaban parte del núcleo directo del fallecido, medios gráficos que cumplían sus labores como funcionarios de la Presidencia de la República y músicos contratados por la entidad que organizó el sepelio”, añadió.
En consecuencia, en dicha materia, el ente fiscalizador comentó que “no se advierte un incumplimiento a las disposiciones protocolares antes indicadas». CHH
