Cerca de 30 millones de personas fueron confinadas este martes 1 de marzo en China, ante el mayor brote de Covid-19 en dos años.
La situación llevó a las autoridades a realizar testeos masivos a una gran escala que no se había visto desde el inicio de la pandemia.
El país de Asia Oriental, reportó durante esta jornada 5.280 casos de Covid-19 en las últimas 24 horas, la cifra más elevada desde la primera ola de la pandemia a principios de 2020, según datos de la Comisión Nacional de Salud (CNS).
Al menos 13 ciudades chinas enfrentan confinamientos totales y varias otras tienen cierres parciales, para resguardar a la ciudadanía.
La provincia nororiental de Jilin fue la más golpeada, con más de 3.000 casos reportados este martes, indicó la CNS.
Además, el alza de contagios por virus SARS-CoV-2, provocó el cierre de numerosas fábricas en la ciudad, entre ellas la del gigante taiwanés Foxconn, principal suministrador de Apple.
En tanto, decenas de vuelos locales desde los aeropuertos de Beijing y Shanghái fueron cancelados, según datos de control del tráfico aéreo.
«El reciente brote de Covid-19 y las nuevas restricciones, en particular el confinamiento en Shenzhen, pesarán sobre el consumo y causarán interrupciones en el abastecimiento a corto plazo», comentó Tommy Wu, de Oxford Economics.
Agregó que será un «desafío» para China alcanzar su meta oficial de crecimiento económico de 5,5% para este año.
Por su parte, el médico chino Zhang Wenhong planteó la posibilidad de ablandar la estrategia de «cero Covid» ante la variante Ómicron, aunque admitió que a corto plazo sería imposible aliviar las pruebas masivas y confinamientos.
Cabe mencionar que la última víctima mortal de la enfermedad se remonta oficialmente a principios del año 2021. CHH