Las municipalidades de la región de Atacama preparan una ordenanza en común para proteger el Desierto Florido y sancionar a los turistas que dañen las especies.
La inquietud de la Comisión Regional para el Desierto Florido surgió porque se espera que este 2017 el fenómeno alcance su máxima magnitud, es decir, sea el más espectacular de las últimas dos décadas.
«La idea es unificar el criterio y que las sanciones sean parejas en toda la región», explicó Rodrigo Loyola, alcalde de Huasco a La Tercera.
Aunque en general los visitantes muestran respeto por la vegetación, las autoridades han observado a quienes acceden a las praderas, saliéndose de las huellas o caminos establecidos, pisando las flores, arrancándolas o aplastándolas con los vehículos.
«Hoy no hay figuras legales para sancionar y proteger al desierto florido. Sólo cuando se da este fenómeno dentro de un parque nacional hay cierta protección, pero el resto de los paños de la región están desprotegidos», señaló el seremi de Medio Ambiente de Atacama, César Araya.
Mientras el gobierno trabaja en una campaña educativa dirigida a los turistas, la comisión regional espera que esta ordenanza esté vigente desde agosto.
Hasta ahora, el fenómeno natural se hace notar en la provincia del Huasco, principalmente las comunas de Freirina y Huasco, donde se pueden encontrar praderas verdes y flores blancas.
A fines de agosto y la primera semana de septiembre se espera que el desierto alcance su peak de floración, con especies como la añañuca blanca, la añañuca amarilla, la pata de guanaco y el diente de dragón, hoy en peligro de extinción.
