Durante la jornada del miércoles 7 de diciembre, Perú se adentró en una crisis política tras el decreto del presidente Pedro Castillo de disolución del poder legislativo y la instauración de un “Gobierno de excepción”.
A raíz de esa situación, el Congreso tomó la decisión de destituirlo por el intento de autogolpe de Estado, tomando el mando del país de forma inmediata la vicepresidenta, Dina Boluarte, una abogada de 60 años, que se convierte en la primera presidenta de Perú.
“Se ha producido un intento de golpe de Estado (…) que no ha encontrado eco en las instituciones de la democracia y en la calle. Este Congreso de la República ha tomado una decisión y es mi deber actuar en consecuencia”, señaló en su discurso de investidura presidencial.
En tanto, el ahora exmandatario peruano fue detenido por el presunto delito de rebelión, siendo recluido en el penal Barbadillo de Lima, lugar donde también se encuentra cumpliendo condena el expresidente Alberto Fujimori.
Según precisó a través de Twitter la Fiscalía de la Nación de dicho país, Castillo fue detenido “en su condición de presidente, por presunta comisión del delito contra los poderes del Estado y orden constitucional, modalidad de rebelión, en agravio del Estado”. CHH