La madrugada de este miércoles, se logró la detención de ocho criminales que eran miembros de una banda delictual que se dedicaba al robo con intimidación y violencia a entidades bancarias, específicamente a diversas sucursales de ServiEstado, y se logró la incautación de los artefactos utilizados para burlar la seguridad de los recintos y de diversas armas de fuego.
El último episodio que protagonizaron estos sujetos fue cuando, el 23 de julio de este año, asaltaron con armas de fuego un ServiEstado ubicado en la comuna de Conchalí, en donde hirieron a un carabinero y lograron llevarse una cantidad indeterminada de dinero.
Según indicó el subprefecto Jorge Aguillón, la banda estaba compuesta por 12 a 15 personas, quienes «ingresaban a estas entidades bancarias intimidando al guardia, golpeándolo y robándole el arma. Posteriormente, reducían a los dependientes y las personas que se encontraban haciendo sus trámites bancarios y, en forma inmediata, fracturaban la mampara de seguridad que mantenían estos ServiEstados, con un vehículo a través de un lazo de acero con un objeto contundente».
Ahí es cuando «ingresaban a las bodegas y sustraían el dinero en efectivo» y se daban «a la fuga». Tal como informó el subprefecto, las autoridades comenzaron a investigar a estos criminales desde noviembre del 2019, cuando se dieron cuenta de que manejaban el mismo modus operandi en cada uno de los asaltos que cometían, que hasta la fecha se han determinado que fueron mínimo seis.
Por su parte, el fiscal a cargo del caso, Esteban Silva, afirmó que los imputados trabajaban planificándose previamente, «utilizando vehículos de alta gama» que, además de «asegurar la huida», les permitían «arrancar los vidrios de seguridad de las sucursales» con cables de acero.
Asimismo, la autoridad confirmó que los delincuentes tienen antecedentes penales pero se remontan a los años 90, en donde cumplieron «varias condenas». Sin embargo, comenta que, «a partir de mediados de los 2000, ya no habían sido efectivamente capturados ni condenados por otros delitos. Estamos hablando de personas que tienen alrededor de 40 años con cultura delictual».
Por último, el fiscal destacó que dar con su paradero fue una tarea difícil, ya que «se trata de sujetos que tienen mucha experiencia, que conocen cómo funciona la policía y las investigaciones. Se presentan en el lugar completamente cubiertos, con guantes, con pasamontañas, vistiendo todos ropas de colores similares» por lo que los testigos no podían aportar información clave para su captura. CHH