Este jueves el gobierno de Estados Unidos impuso una serie de nuevas sanciones a Rusia por su supuesta interferencia en las elecciones presidenciales de 2020 y su presenta responsabilidad en el ciberataque masivo de SolarWinds Corp en diciembre.
La administración de Joe Biden también informó la expulsión del país de diez funcionarios de la misión diplomática rusa en Washington, identificando al Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) como autor del hackeo de la empresa informática SolarWinds, la que afectó a más de 100 empresas estadounidenses y reveló la información de 18.000 redes informáticas gubernamentales y privadas.
Además, se incluirán en una lista negra a 32 entidades e individuos de dicho país, quienes habrían realizado intentos para influir en las elecciones presidenciales de 2020, luego que un informe de inteligencia revelara que el gobierno ruso intentó inclinar la elección en beneficio del expresidente Donald Trump.
Esta orden del Ejecutivo permitirá imponer sanciones a Rusia “si continúa o promueve una escalada de sus acciones desestabilizadoras internacionales”, señaló la administración según lo informado por el Wall Street Journal.
Por su parte, el gobierno de Vladimir Putin indicó que respondería de la misma manera a cualquier sanción «ilegal» por parte de EE.UU. contra su país, advirtiendo que el diálogo entre ambos presidentes podría verse truncado.
“La hostilidad y la imprevisibilidad de las acciones de Estados Unidos nos obligan en general a estar preparados para los peores escenarios”, señaló el portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov. CHH