Este lunes a mediodía los docentes de numerosos establecimientos educacionales de Colina realizaron una manifestación solicitando la pronta tramitación de la ley de convivencia escolar.
En específico, algunos de las instituciones que participaron fueron la escuela de lenguaje Camina Alto, Pablo Neruda, Liceo Peldehue, Francisco Petrinovic, Marcos Goycoolea, Liceo Bicentenario Chacabuco y escuela Santa Marta de Liray.
Según señaló a Chicureo Hoy la presidenta del Colegio de Profesores de la escuela de lenguaje Camina Alto, María Victoria Vásquez, la acción responde a un llamado del organismo a nivel nacional para movilizarse tras los ataques que han recibido profesores durante el último tiempo, siendo uno de los casos de mayor gravedad el ocurrido el pasado 17 de marzo en Trehuaco, en la Región de Ñuble, donde una docente debió ser hospitalizada y sometida a cirugía luego de ser atacada por un estudiante con trastorno del espectro autista.
De acuerdo con lo señalado por el Gobierno, el proyecto —que actualmente se discute en el Congreso— tiene como objetivo “promover una forma de gestión para que las comunidades educativas sean espacios de protección y bienestar, fomentando acciones eficientes que ayuden a prevenir y erradicar cualquier tipo de acoso, violencia y discriminación al interior de los establecimientos”.
En esa línea, María Victoria sostuvo que la manifestación busca expresar solidaridad con los docentes que han sido víctimas de agresiones.
“Hay una vulnerabilidad hacia nosotros, por ejemplo, al acoso que sufrimos, a las amenazas, a la violencia física, verbal y psicológica que sufrimos permanentemente”, detalló.
Necesidad de una ley
Al respecto, la delegada lamentó que “no hay una ley de convivencia, solo hay manuales de convivencia que el Ministerio de Educación tiene en su plataforma, pero no hay una estructura que apoye esa ley”.
“Se puso en marcha la inclusión, con lo cual estamos totalmente de acuerdo, en especial las escuelas de educación diferencial como la nuestra, que es una escuela de lenguaje, pero se puso en marcha sin tener las condiciones necesarias para que sea efectiva y se brinde una seguridad real a los estudiantes y profesores”, agregó.
Adicionalmente, Vásquez relata que, en algunos casos, los padres y apoderados no colaboran con la formación de los niños e incluso se han registrado agresiones por parte de padres y apoderados.
“Necesitamos trabajar con ellos, con la educación de nuestros niños. No puede ser que muchos apoderados sientan que el colegio es el que debe llevar la educación, la vida, la alimentación, los cuadernos, los talleres, las actividades y todo de sus hijos”, comentó, añadiendo que “nosotros colaboramos, pero los que forman a los niños son los padres. Es imposible que sean solo los profesores”.
María Victoria es enfática al señalar que lo que realmente necesitan son “condiciones necesarias para que haya más seguridad entre los estudiantes y los profesores. Necesitamos más herramientas para poder responder adecuadamente”.