La reciente revelación de que Marcela Cubillos, exministra de Educación, recibía un sueldo mensual de 17 millones de pesos por una jornada laboral de 22 horas en la Universidad San Sebastián ha generado una ola de controversia. Este hecho ha causado un revuelo no solo por el elevado salario en cuestión, sino también porque la exministra es candidata a la alcaldía de Las Condes, lo que ha alimentado sospechas sobre el posible uso de su cargo académico para financiar su carrera política.
Las reacciones no se hicieron esperar, y desde el mundo político diversas voces han cuestionado la transparencia de este pago. Parlamentarios de distintos sectores han expresado su preocupación, señalando la disparidad entre el salario de Cubillos y los recursos destinados a otros docentes. Además, han llamado a que se realice una investigación exhaustiva para aclarar si existe algún conflicto de intereses o financiamiento irregular relacionado con su candidatura.
En respuesta, los estudiantes de la Universidad San Sebastián protagonizaron una protesta en la sede de Los Leones, en Santiago. Con pancartas que exigían «17.000.000 de explicaciones», los manifestantes denunciaron que, mientras ellos deben endeudarse para estudiar, una figura pública recibe un sueldo exorbitante. Entre los cánticos se escuchaba: «Vinimos a estudiar, no a financiar» y «El que no salta es Cubillos».
La protesta, apoyada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), se enfocó en la demanda de mayor transparencia y una investigación sobre los altos sueldos de ciertos académicos. Los estudiantes también denunciaron las precarias condiciones, destacando que muchas veces deben reutilizar material en campos clínicos, lo que consideran inaceptable en una universidad que debería priorizar la calidad educativa. CHH
