Un estudio realizado por el Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Universidad Católica (UC), en conjunto con el Fondo de Desarrollo Científico y Tecnológico, reveló que el berlín chileno tiene altos índices de acrilamida, un compuesto orgánico que es potencialmente cancerígeno.
Así, se descubrió que estos pasteles poseían un total de 183 microgramos de acrilamida por kilo, siendo seguidos por el Kuchen y el pie de limón, que poseen 83 y 87 microgramos, respectivamente. Sin embargo, aún estos alimentos se encuentran lejos de las papas fritas o galletas, los que tienen niveles más altos del compuesto.
Franco Pedreschi, profesor de Ingeniería UC encargado de la investigación, indicó que “también analizamos la dona, un producto foráneo, preferentemente de América del norte y Europa, que nuestra cultura ha incorporado. La medición de este alimento arrojó 298 microgramos de acrilamida por kilo, más del doble que el tradicional berlín chileno”.
Con respecto a estos descubrimientos, el experto señaló que se deben incorporar exigencias a los alimentos, especialmente en los que son para el consumo de bebés.
Asimismo, entregó recomendaciones para los cocineros, afirmando que lo ideal es cocinar los alimentos de pastelería “hasta alcanzar un color dorado en la superficie, en lugar de un tono café oscuro”.
Finalmente, recomendó que se evite la reutilización del aceite en las preparaciones. CHH