La Fiscalía Regional de O’Higgins se encuentra actualmente investigando al ahora arzobispo emérito de Santiago, Ricardo Ezzati, por cuatro casos de presunto encubrimiento de abuso sexual cometidos al interior de la Iglesia Católica.
Las causas son la del excanciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo, la del sacerdote Jorge Laplagne, una arista en el caso Karadima y la del sacerdote Tito Rivera. En este último caso, nuevos antecedentes se suman a la investigación, según consignó El Mercurio.
En esta arista, el denunciante de Rivera apunta a Ezzati y a Muñoz Toledo como «quienes habrían tenido conocimiento de los hechos ocurridos en 2015» en la Catedral.
En una demanda indemnizatoria por $350 millones, señala que el cardenal «le dijo que oraran por el cura» y le habría ofrecido $30 mil.
En tanto, en el caso de Muñoz Toledo, Ezzati está acusado de no realizar la investigación cuando se recibieron denuncias en contra del religioso.
Asimismo, sobre la causa de Laplagne –quien fue removido de su cargo mientras se desarrolla una investigación canónica en su contra- este último reconoció haber tenido reuniones con el cardenal en las que éste le informó de la investigación en su contra.
Finalmente, de acuerdo a la arista del caso Karadima, la Fiscalía tiene indagaciones en curso. CHH