La heredera del gigante de los cosméticos L’Oréal, la francesa Liliane Betancourt -considerada la mujer más rica del mundo, y que se vio envuelta en varios escándalos de orden político y judicial- murió a los 94 años de edad.
En un comunicado, su hija única, Françoise Bettencourt Meyers, dijo que su madre murió en su domicilio «tranquilamente».
De acuerdo con la clasificación de la revista «Forbes» del pasado mes de marzo, era la décimo cuarta fortuna mundial y la primera de la lista con 39.500 millones de dólares.
El anuncio de su fallecimiento coincidió con un dictamen judicial en uno de los múltiples procesos que salpicaron su figura en los últimos años.
Nacida en París el 21 de octubre de 1922, era la hija del industrial Eugène Schueller, que en el primer tercio del siglo XX hizo de la pequeña empresa de tintes capilares que creó el imperio de los cosméticos en que convirtió L’Oréal.
Se casó a los 27 años con André Bettencourt, que si bien antes de la Segunda Guerra Mundial se alineó con la extrema derecha antisemita, desde 1942 se sumó a la resistencia a la ocupación alemana con François Mitterrand.