Por Rocío Valenzuela, periodista Chicureo Hoy.
Desde los 13 años que Felipe Hepp está ligado a los Bomberos. Partió integrando la Brigada Juvenil de la Séptima Compañía de Concepción y una vez cumplidos los 18 años se convirtió en voluntario de la misma compañía hasta 2010.
En 2011 llegó a vivir a Chicureo un poco “alejado de las pistas”, como el mismo Felipe reconoce. No obstante, cada vez que pasaba frente a la Bomba de Chicureo sentía nostalgia de volver a ser parte de un “grupo humano de excelencia, donde uno desarrolla ese sentido social que todos debiésemos tener”, cuenta. Es por eso que en 2013, y luego del fuerte incentivo de su mujer, Felipe se integró a las filas de la Bomba de Chicureo para luego, en 2015, convertirse en su director.
Si bien el Cuartel de Bomberos de Chicureo fue fundado en 2003 gracias al financiamiento de los Bomberos de Colina, con el pasar del tiempo, “el desarrollo inmobiliario, el crecimiento demográfico, las distancias con las otras compañías en Colina y lo seco de nuestro sector, impulsaron la necesidad de crear un nuevo cuartel”, explica Felipe. Por ello, la urbanización Piedra Roja dispuso un terreno y la construcción de la nueva compañía ubicada en Avenida del Valle.
“Necesitamos más recursos y más voluntarios”
Pese a las nuevas instalaciones de la actual compañía, Felipe señala que las principales dificultades por las que pasan tienen que ver con la necesidad de contar con más voluntarios y recursos permanentes. Si bien la comunidad “nos ha dado una muy buena respuesta (en cuanto a donaciones), que nos ha permitido crecer y asegurar la operación en estos años, hoy necesitamos dar un salto importante”, explica Felipe. Eso pasa, principalmente, por obtener mayores recursos monetarios que permitan adquirir un segundo carro con sus respectivas herramientas. “Eso nos permitiría atender emergencias simultáneas o acortar los tiempos de respuesta” señala Felipe, quien acota que, además, se hace necesario contar con tecnología de punta para atender emergencias más complejas”, teniendo en cuenta que Chicureo “tiene un flujo vehicular gigante, hay un aeródromo en camino Guay Guay, hay colegios, bombas de bencina, clínicas, centros comerciales. Es decir, tenemos que estar preparados para todo”, señala.
El Cuartel de Bomberos de Chicureo fue fundado en 2003 gracias al financiamiento de los Bomberos de Colina.
Además de la necesidad de una mayor cantidad de recursos económicos, Felipe cuenta que también es preciso dotar al cuartel de más bomberos capacitados y de un segundo conductor que en conjunto aseguren la operatividad de la compañía. Sobre esto último, el director del Cuartel de Bomberos de Chicureo precisa que actualmente “somos 34 voluntarios, 30 hombres y cuatro mujeres, que van desde los 18 a los 38 años”. Asimismo, “contamos con una brigada juvenil, con 20 jóvenes entre 15 y 17 años, que son el semillero para el futuro, de manera que al cumplir la mayoría de edad puedan estar operativos”. Para ellos, es importante también poder contar con una mayor comodidad en el cuartel, ya que éste “es su segunda casa, por lo que debe ser un lugar confortable”, señala Felipe.
Próxima campaña para captar socios
En cuanto a los recursos que se necesitan, Felipe señala que, por ejemplo, sólo para costear un nuevo carro bomba se necesitan 380 millones de pesos. Por ello, a fines de mayo, tienen planificada una nueva campaña para captar socios que se comprometan con un aporte mensual a través de tarjeta de crédito o de cuenta corriente. Esto, según Felipe, “nos permitiría proyectar nuestra operación en el tiempo y así poder brindar un servicio voluntario de excelencia a la comunidad”. “Buscamos entregar un servicio profesional y para ello necesitamos el compromiso de la comunidad”, señala Felipe, quien acota que “muchas veces por ser de Chicureo, la gente piensa que tenemos todo resuelto, pero no es así”. Por ello, Felipe llama a los habitantes de la zona a comprometerse con la noble e importante labor que realizan. CH H
