El Ministerio del Interior anunció que, durante la jornada del lunes, aceptó la renuncia de una serie de delegados presidenciales, entre ellos, la del delegado presidencial de la Provincia de Chacabuco, Giordano Delpin.
Tras la renuncia, el gobierno nombró a Andrés Hidalgo, odontólogo de la Universidad de Chile y actual seremi metropolitano de Bienes Nacionales, como nuevo delegado de la provincia.
Según comentó la exautoridad a Chicureo Hoy, decidió dimitir para “tomar nuevos rumbos, porque se cumplió una etapa muy importante, que fue estar a cargo de la seguridad, la emergencia y la coordinación de los servicios de la Provincia de Chacabuco”.
En esa línea, señaló que se siente “muy agradecido de la oportunidad que me dio el presidente Boric de ser su representante natural y directo”.
En cuanto a sus próximos pasos, Delpin sostuvo que se concentrará en “retornar al origen, que es lo que voy a hacer a partir de hoy”, trabajando con la alcaldesa de Quilicura, Paulina Bobadilla.
Respecto a su sucesor, destacó que es “un gran compañero y una persona de confianza, que va a continuar el trabajo que veníamos realizando”.
Necesidad del cargo de delegado presidencial
Ante las críticas de algunas figuras del mundo político —entre ellas del gobernador de la RM, Claudio Orrego—, que aseguran que el cargo del delegado presidencial provincial debería ser eliminado, Giordano Delpin comentó que “es fundamental la presencia del delegado, considerando que le toca representar al presidente de la República a partir de todos los temas de seguridad, de coordinación de las emergencias y de los servicios”.
“Es un cargo que, en ningún caso, en virtud de las facultades y atribuciones que tienen cada una de las autoridades, se sobrepone una a la otra, sino que son facultades distintas, por lo tanto, es muy importante considerar esas diferencias para que esté claro y se haga siempre la labor educativa con las comunidades, de que son trabajos distintos, funciones distintas y atribuciones muy distintas, muy diferentes”, concluyó.
