Durante esta jornada, el Gobierno de Sebastián Piñera ratificó que no firmará el “Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, a la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y El Caribe”, también conocido como Acuerdo de Escazú.
El Ejecutivo entregó un documento de doce páginas llamado “Planteamientos del gobierno de Chile respecto al Acuerdo de Escazú”, donde explicaron por qué tomaron la decisión de no adherir al tratado.
“El Gobierno de Chile considera inconveniente la suscripción del Acuerdo de Escazú, atendida la ambigüedad y amplitud de sus términos, su eventual autoejecutabilidad y la obligatoriedad de sus normas que prevalecerán por sobre la legislación medioambiental interna”, reza el documento.
“La aplicación de los principios, definiciones y disposiciones generales del acuerdo sumado a su carácter supra legal, abre una incertidumbre grave respecto a la normativa de fondo aplicable”, continúa.
Cabe recordar que hace dos semanas el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, ya había informado que el Gobierno no sería parte del pacto, y señaló que “el acuerdo, en opinión del Gobierno y como está planteado, es inconveniente para Chile”.
Por su parte, Carolina Schmidt, ministra del Medio Ambiente, aseguró que “el problema de Escazú no está en las temáticas que aborda, el problema no está en el acceso a la información, no está en la participación ciudadana ni en la justicia. El problema está en la forma en que quedó escrito el texto final, la ambigüedad y la amplitud en que quedó”.
El pacto, que entrará en vigencia el viernes 26 de septiembre, ya fue ratificado por nueve países de la región. CHH