Durante la jornada de este viernes, el gobierno, a través de la subsecretaria de Salud, Paula Daza, y de Prevención del Delito, Katherine Martorell, denunció ante el Ministerio Público al presidente del directorio de Clínica Las Condes, Alejandro Gil, quien recibió una tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19.
El documento, presentado ante la Fiscalía Oriente, acusa que en el hecho se cometió el delito de apropiación indebida, y señala que con este se «perjudica directamente a grupo más vulnerable de nuestra población a quienes se destina dicha inoculación, esto es niños, niñas y adolescentes”.
Asimismo, el texto indica que Gil “habría realizado acciones directas a asegurar la impunidad de su actuar», al haber solicitado un certificado médico y al haber efectuado el despido de la enfermera que informó a la autoridad sanitaria sobre la irregularidad.
Cabe destacar que la explicación que entregó la CLC al respecto fue que Alejandro Gil es considerado “una persona con alto riesgo de contagio y variadas preexistencias”, quien, luego de recibir las dos dosis del fármaco, “registró un resultado inferior al mínimo para considerar la existencia de inmunidad. En razón de lo anterior, y por expresas instrucciones de su médico tratante, se procedió a vacunarlo nuevamente”. CHH