Will Burrard-Lucas, de 35 años, cumplió su sueño de fotografiar a un animal extremadamente raro que ronda por los bosques de Kenia: un leopardo negro que no se había visto desde hace 100 años. Por una mutación genética llama melanismo, opuesta al albinismo, la criatura se ve completamente negra, pero aún se pueden apreciar sus distintivas manchas.
El animal fue fotografiado de noche mientras buscaba presas para comer. Burrard-Lucas había organizado una expedición en Laikipia, Kenia durante enero y trabajó colaborativamente junto a biólogos del zoológico de San Diego para la instalación de cámaras en lugares donde se rumoreaba la existencia de estos leopardos. Sensores, calidad HD, flash para la noche y cámaras de calidad fueron utilizadas para capturar a estos extrañísimos animales.
Poco tiempo después de comenzar la investigación es que pudo registrar a una hembra caminando en una noche de luna llena. Según informó Emol, el fotógrafo, tras revisar las imágenes de la cámara, quedó sorprendido al encontrar que había logrado capturar a la criatura.
Durante un video, Will explicó que él creía que, hasta ese momento, nadie había sido capaz de registrar al leopardo negro de África apropiadamente. Por esto decidió dejar las cámaras instaladas durante unos días, lo que dio asombrosos resultados.
El fotógrafo inglés colaboró con el biólogo Nicholas Pilfold, quien lleva investigando a los leopardos negros hace un tiempo. Pilfold afirmó que el registro hecho por Burrard-Lucas es extremadamente raro: «Siempre habíamos escuchado acerca de los leopardos negros que vivían en la región, pero las historias carecían de material de calidad para confirmar su existencia. Ahora con las imágenes tan detalladas de Will se puede probar la teoría» aseguró el especialista. Estas serían las primeras fotografías que confirman la existencia de este leopardo, después del último que habría sido visto hace 100 años.
Para capturar al animal, se utilizaron luces infrarrojas y cámaras de calidad escondidas en una fuente de agua ficticia. Esto permitió registrar al leopardo mientras se hidrataba, lo que además fue beneficioso para la misma critatura, dada a las sequías de la zona durante estas fechas.
El último avistamiento del leopardo negro africano data a 1909 en Etiopía. La imagen puede encontrarse en el Museo Natural de Historia en Washington DC. Will Burrard-Lucas, por lo demás, pudo cumplir el sueño que tuvo de niño, desde que supo que existía este tipo de leopardo de extraña condición genética. CHH