El 5 de octubre de 1988, los ciudadanos del país se preparaban para emitir su voto en el plebiscito que pondría fin a la dictadura de Augusto Pinochet. En este contexto, el 56% de los chilenos optó por el «No» versus el 44% que fue por el «Sí», lo que implicó que, a partir de ese día, el régimen militar debía prepararse para retirarse del poder.
Fueron aproximadamente 3.1 millones de personas las que marcaron el «Sí» y casi 4 millones los que fueron por el «No», lo que significó que, en el plazo de un año, se convocaría a elecciones del Congreso Nacional y presidenciales, en donde ganó Patricio Aylwin, marcando así el inicio del retorno a la democracia.
Hoy, 32 años más tarde, el país enfrenta una situación similar: quedan tan solo 20 días para votar «Apruebo» o «Rechazo» y, de ganar la primera opción, los chilenos procederán a crear una nueva Constitución, desechando así la que se creó durante la dictadura que aquejó al país por casi 17 años. CHH