Tras diez años de propuestas, concursos de arquitectura, una nueva concesión y reestudios, finalmente se dio inicio a la construcción del nuevo aeropuerto de Santiago.
El terminal aéreo buscará resolver la urgente necesidad de mayor capacidad que enfrenta el creciente número de pasajeros de avión. Según consigna El Mercurio, hoy se realiza un viaje al año por chileno (16 millones), exactamente la capacidad máxima que puede acoger el edificio actual.
El futuro recinto duplicará su capacidad actual hasta 30 millones en 2020, con un edificio de 157 mil metros cuadrados, que se sumará a los 110 mil actuales. Sin embargo existe preocupación dado que fuentes de las aerolíneas prevén que en cuatro años el flujo de pasajeros ronde la cifra proyectada.
El gerente general de la concesionaria Nuevo Pudahuel, Nicolás Claude explica que las obras que comenzaron, corresponden a la construcción de los espigones C y E, que se ubicarán en la zona poniente. Luego se continuará con los situados al oriente.
La obra de US$ 900 millones se convertirá en el aeropuerto más moderno de Sudamérica, según el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga quien expresó que “vamos a volver a estar entre los 100 mejores aeropuertos del mundo. La obra considera distintas etapas hasta que terminemos en 2020, y por la magnitud de la operación, la vamos a ir entregando de a poco, en la medida que haya áreas de servicios listas”, explicó.
El momento más crítico será el cierre del estacionamiento donde se construirá el terminal internacional. En ese momento, se habilitará un aparcadero remoto en las cercanías del acceso, donde saldrán buses gratuitos cada 10 minutos hasta el terminal aéreo. CH H
