De la mano de Antofagasta Minerals, internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) Colina 1 dieron una nueva vida útil a 5.800 kilos de madera desechadas, convirtiéndolas en palos, tablas, paneles y pallets que serán utilizados como embalaje de repuestos y componentes.
Según informó Minera Centinela, a finales del 2022, seis camiones de la compañía llegaron al centro penitenciario cargados con madera que los internos transformaron y reciclaron para que posteriormente sean reutilizados.
La finalidad del proyecto, fruto de una alianza entre el CCP Colina 1 y esta compañía ubicada a 20 kilómetros de Sierra Gorda, en la región de Antofagasta, es demostrar que estos desechos se pueden reciclar de una manera sustentable y comercialmente viable, impulsando así un modelo de economía circular en línea con la Estrategia de Cambio Climático de Antofagasta Minerals.
“Con este piloto, Centinela explora una oportunidad sustentable en el tiempo para la industria, que puede convertirse en una alternativa rentable, dando un nuevo uso a un material tan noble que hoy es desecho y que puede transformarse en productos que tienen un valor comercial”, señaló el gerente de Asuntos Públicos Norte de Antofagasta Minerals, Jorge Araneda.
Taller de mueblería
Estos camiones con madera llegaron al taller de mueblería de Colina 1, donde los internos que participan del taller de mueblería realizaron un trabajo de selección, clasificación y limpieza del material, para luego convertirla en otros productos como paneles listonados, pellets para estufas a combustión, chips decorativos y hasta tablas de cocina.
“Toda la madera que nos trajeron la fuimos seleccionando y dependiendo de la calidad, evaluamos en qué se podía utilizar y, finalmente, logramos productos de buena calidad. Esto es muy grato para nosotros, fue una bonita experiencia”, relató Jorge Contreras, uno de los internos que trabajó en el proyecto, conforme precisa la Minera Centinela.
En tanto, el cabo segundo de Gendarmería y encargado del taller, Héctor Silva, valoró la instancia afirmando que “fue un proceso que influyó en la reinserción de los internos, ya que estaban sin trabajo hacía tres años porque el taller estaba en receso debido a la pandemia de Covid-19 y también por el precio de la madera”. CHH