Una querella criminal contra Clínica Las Condes interpuso la familia de Romina Rojas, una mujer que falleció en el recinto en septiembre de 2017, producto de un tromboembolismo pulmonar.
Los padres de la víctima afirman que la clínica fue negligente con los tratamientos médicos a los que fue expuesta su hija, luego de que fuera sometida a un parto por cesárea.
Eliot Rojas, padre de Romina, relató a Radio Bío Bío cómo ocurrió la muerte de su hija. Según precisó, al día siguiente de la cesárea, Romina comenzó a sentirse mal y se desmayó. Al no haber médicos disponibles en el área que se encontraba, fue atendida por personal de la clínica.
Rojas afirmó que pese a la insistencia de la familia en que Romina fuera analizada por un especialista cardiovascular, los funcionarios presentes no lo autorizaron, ya que indicaron que para que ocurriera ello, la paciente debía ser atendida primero por su médico de cabecera.
Al ser revisada por su ginecóloga, el padre de la víctima señaló que ésta aseguró que su hija tenía una crisis de pánico y problemas psiquiátricos.
Sin embargo, sus padres y marido afirman que pese a que Romina continuaba con síntomas como taquicardia y presión alta, su ginecóloga continuaba insistiendo en que la paciente tenía una crisis de pánico y no se realizaron a tiempo los procedimientos correspondientes para tratar su patología.
El 18 de septiembre se declaró la muerte encefálica de Romina Rojas, y dos días después su fallecimiento.
Acciones legales contra la clínica
Tras lo ocurrido, su familia comenzó una investigación privada para tomar acciones legales en contra de la clínica. Su abogado, Juan Ignacio Piña, asegura que existe un evidente caso de negligencia médica. “El informe médico nos confirmó que aquí se produjeron una serie de negligencias compartidas entre distintos profesionales que habían formado parte del equipo que realizaba el tratamiento (…) Hubieron protocolos que fueron un obstáculo para que se tomaran las decisiones correctas”, aseguró. Por esta razón, los padres y esposo de Romina decidieron interponer una querella y demanda civil contra la Clínica Las Condes. Exigen una indemnización económica para compensar los daños y así asegurar el futuro de Matías, el hijo que Romina solo alcanzó a ver por algunas horas.
Clínica Las Condes se defiende
Desde la Clínica Las Condes enfatizaron que Romina Rojas no tenía antecedentes médicos que dieran indicios de que podría presentar problemas médicos graves. En un reportaje de T13, la directora médica de la clínica, May Chomalí, precisó que “los antecedentes de Romina la convertían en una paciente normal, sin ningún tipo de riesgo”. Además, señaló: “Aquí no hubo negligencia médica. Estos son casos fortuitos, absolutamente imposibles de predecir, sobre todo en una paciente que no tenía ningún riesgo de hacer tromboembolismo pulmonar”.
De igual manera, Chomalí afirmó que la clínica realizó todos los protocolos necesarios y exigidos por las organizaciones mundiales de salud.
Mientras el caso es investigado por la Fiscalía Oriente, Fernando Valle, esposo de Romina, piensa en crear una fundación para que ella no sea olvidada. En una entrevista concedida para T13, Fernando analiza:“Me doy cuenta de que ‘la Romi’ no va a estar más; de que no me va a venir a buscar nunca más. Y no lo puedo creer. Matías se quedó sin mamá, para toda la vida”. CHH
