El último informe respecto al Índice de Precios al Consumidor (IPC), el cual muestra cómo ha variado el costo de la vida, llegó a un 13,3% en los últimos 12 meses, siendo una cifra históricamente alta y con un gran impacto en los adultos mayores.
Por su parte, el Índice de Precios del Adulto Mayor (IPAM) de noviembre muestra que en los últimos 12 meses los precios para este grupo aumentaron un 13,8%, según lo calculado por la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián.
El indicador, que considera el consumo de las familias donde el jefe de hogar es una persona mayor de 65 años, tuvo una variación mensual donde destacaron las alzas de vestuario y calzado (4,1%), bienes y servicios diversos (2,2%), alimentos y bebidas no alcohólicas (1,7%). De las doce divisiones consideradas, solo se registraron descensos en recreación y cultura (-3,3%) y comunicaciones un (-2,4%).
Pese a que tanto para el IPC como para el IPAM las divisiones de alimentos y bebidas no alcohólicas y las de vivienda y servicios básicos son las que más ponderación tienen dentro de la canasta, en el IPAM tienen un mayor peso. Es decir, representan una mayor proporción del gasto de los hogares de adultos mayores. En los últimos 12 meses estas han presentado un alza de 24,3% y 11,4% respectivamente.
“El consumo de esos hogares es distinto y, dado el crecimiento de la población mayor en Chile, es importante mirar cómo el fenómeno de la inflación los está afectando al momento de diseñar políticas públicas”, detalla Felipe Bettancourt, investigador del Centro de Políticas Públicas de la USS.
Al hacer un análisis según quintil de ingresos, durante los últimos 12 meses, el costo de vida de los adultos mayores con menores ingresos anotó la mayor cifra del año, llegando a 15,7%, mientras que la variación anual de este índice continúa en descenso para el quintil de más altos ingresos (12,8%).
“Este es el cuarto mes en donde la brecha ha mantenido una tendencia al alza, llegando a 2,4 puntos porcentuales. Esto es especialmente preocupante, pues demuestra que la persistencia de la inflación está afectando a los adultos mayores, y especialmente al segmento de menores recursos económicos”, comenta Karol Fernández, una de las autoras del estudio. CHH
