Según el estudio “Monitor Global de Salud”, el cual recoge la percepción de más de 23 mil personas en 34 países, incluido Chile, la salud mental es el principal problema sanitario que enfrentan los chilenos actualmente, con un 62% de las menciones.
Este resultado supera ampliamente el promedio mundial (36%) y ocupa la segunda posición del listado internacional, superado solamente por Suecia (63%). La preocupación por la salud mental pasó del 50% en 2020 a 62% en 2022, lo que revela un crecimiento significativo en los últimos tres años.
Por su parte, dos de cada cinco personas (39%) menciona al coronavirus como un problema que persiste hoy en día, posicionándolo como el segundo mayor problema de salud en Chile. No obstante, presenta una caída de 32 puntos porcentuales respecto a 2020 (71%), lo que nos deja en el 25º puesto entre los países con menor preocupación en torno al coronavirus en el mundo.
La obesidad se encuentra en la tercera posición de las principales preocupaciones sanitarias en Chile, con un 38% de las menciones. Sin embargo, al igual que la salud mental, Chile ocupa el segundo lugar entre los países más preocupados por la obesidad, solamente detrás de México (55%), lo que demuestra una especial inquietud de los ciudadanos por este tema.
Pablo Alvarado, investigador de Estudios Públicos en Ipsos, explica que “desde la perspectiva de los chilenos, la salud mental y la obesidad son, sin duda, los dos mayores problemas sanitarios que enfrentan las personas hoy en día. En el caso de la salud mental, se trata de una preocupación que ya estaba instalada antes de la pandemia (2018), y no ha hecho más que incrementarse con ella. Tanto la OMS como diferentes estudios en el mundo han señalado que los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad han aumentado desde el inicio de la pandemia y en Chile se suma la dificultad de no contar con un sistema de salud que sea capaz de entregar una atención oportuna y de calidad, evidenciando un problema real que debe ser abordado de manera prioritaria por la autoridad”.
Ante la evaluación de la calidad de la atención médica en el país, solo un tercio (35%) la calificó como “muy buena” o “buena”, resultado que está significativamente por debajo del promedio mundial (50%) y muy cercano a los últimos lugares del ranking (26°). Sin embargo, cuando se pregunta por las expectativas de la calidad de la atención en el futuro, un 54% piensa que mejorará, lo que evidencia cierto nivel de esperanza entre los chilenos.
Con respecto a la confianza en el sistema de salud nacional, dos de cada cinco personas (37%) dice tener total seguridad que recibirá el mejor tratamiento en caso de ser necesario. Este resultado posiciona a Chile en la trigésima (30°) posición mundial de los países con menor confianza en el sistema de salud, solo por delante de Polonia (31%), Perú (27%), Rumania (24%) y Hungría (10%).
Sobre los costos de salud, cuatro de cada cinco chilenos (82%) consideran que la mayoría de sus compatriotas no puede costear una buena atención médica, ubicándose en la tercera posición en el ranking, por detrás de Sudáfrica (85%) y Hungría (83%). Con respecto a la equidad en la salud, tan solo uno de cada cinco chilenos (19%) cree que el sistema de salud en el país provee a todos el mismo estándar de calidad, lo que pone a Chile en el penúltimo lugar de la lista, solo arriba de Hungría (15%). CHH