Este viernes el Instituto de Salud Pública (ISP) clausuró siete farmacias que entregaban incentivos y bonos a los trabajadores que lograran vender los productos con mayor valor a sus clientes, una práctica prohibida por el Código Sanitario conocido comúnmente como «canela».
El Servicio Público comenzó en el año 2014 con las fiscalizaciones y sumarios sanitarios a las tres mayores cadenas farmacéuticas del país (Farmacias Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand).
Tras recibir denuncias de clientes y constatar en el lugar los hechos, a dichas empresas se les han cursado multas de hasta mil U.T.M. (unos 46 millones de pesos), que muchas veces han preferido pagar antes que cambiar esta práctica.
Los sucursales que resultaron cerradas durante la mañana de hoy -y por lo menos durante todo el fin de semana- pertenecen a Cruz Verde y Salcobrand, y están emplazadas -en su mayoría- en el sector oriente de la capital, en comunas como Lo Barnechea (barrio de La Dehesa) y La Reina, además de un establecimiento de Teatinos, en Santiago Centro.
A raíz de esta situación el director del ISP, Álex Figueroa manifestó que «si hay incentivos para que la gente compre el medicamento más caro, esto afecta a la salud de las personas, porque la gente tiene menos plata y necesita más medicamentos, entonces ésta es una situación que perjudica la salud de las personas», dijo.
Además agregó que «las farmacias son centros de salud -según la ley, según el Código Sanitario- y, por lo tanto, sus prácticas deben estar orientadas a proteger la salud de las personas, no a desprotegerlas y a ganar plata con el dolor», recalcó la autoridad sanitaria.
Por su parte, Cruz Verde respondió mediante un comunicado que tienen «el absoluto convencimiento de estar cumpliendo con la ley».
«Estamos tomando conocimiento de los antecedentes de la fiscalización del ISP y los fundamentos de la resolución que afecta nuestros locales, lo que sin duda aclararemos en los tribunales de justicia», indicó la compañía.