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Durante la jornada del jueves 24 de agosto, la empresa Tokyo Electric Power (TEPCO) inició la liberación de aguas residuales radiactivas tratadas en la central nuclear de Fukushima Daiichi, ubicada en Japón, hacia el océano Pacífico.
Son 7.800 metros cúbicos los que serán liberados en esta primera descarga que se extenderá por 17 días, bajo un proceso supervisado que se detendrá de inmediato si se detecta alguna anomalía, según consigna CNN respecto a la información entregada por TEPCO.
Además, se espera que el vertido se prolongue durante unos 30 años, ya que no se puede detener por completo la generación de agua contaminada en el proceso de desmantelamiento de la central que se vio afectada por el tsunami ocurrido en 2011.
Esta situación ha causado malestar no solo entre los propios ciudadanos de Japón, sino que también de Gobiernos cercanos que temen que la liberación de las aguas pueda afectar al océano y la pesca.
¿Son peligrosas estas aguas?
Desde el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informaron que los niveles de tritio, un isótopo radiactivo del hidrógeno, que están presentes en el agua que Japón está vertiendo al mar están muy por debajo de los máximos recomendados por la OMS.
«El análisis independiente sobre el terreno del OIEA confirmó que la concentración de tritio en el agua diluida que se está vertiendo está muy por debajo del límite operativo de 1.500 becquerelios por litro«, indica un comunicado del director general del organismo, Rafael Grossi.
Lo anterior, considerando que la Organización Mundial de la Salud establece un límite de 10.000 becquerelios por litro de agua para que sea apta para el consumo. CHH